Con base en experiencias pasadas, "el terrorismo aumenta con la intensidad del conflicto" y "esto es lo que se espera que ocurra en Ucrania", declara en una entrevista con Efe el presidente del Instituto, Steve Killelea.
Ucrania registró su pico de muertes por atentados en 2014, durante el enfrentamiento con Rusia tras su anexión de Crimea, y el mayor número de ataques fue en 2015, con un total de 58, tras lo cual tendía a la baja, señala el informe.
En cuanto a Rusia, un 8% de los atentados que ha sufrido en las últimos dos décadas se produjeron entre la guerra con Georgia de 2008 y la ruso-ucraniana de 2014, mientras que, al igual que Ucrania, no sufrió ningún atentado el año pasado.
"Los ataques terroristas son una táctica común en la guerra asimétrica, generalmente dirigidos contra la infraestructura militar, policial y gubernamental", constata Killelea.
"Si Rusia toma el control y designa un gobierno títere, lo más probable es que encuentre una fuerte resistencia y afronte una insurgencia sostenida", dice a la agencia EFE.
Rusia, Ucrania y Bielorrusia —país que en el conflicto presente se ha alineado con Moscú— fueron los únicos países de la región que registraron más de un millar de manifestaciones violentas en 2021, recoge el estudio.
Los investigadores señalan por otra parte que los ciberataques a Ucrania aumentaron notablemente en las semanas y meses previos a la guerra y durante la última década, a menudo con efectos para otros países.
Así, tuvo 397,000 en 2020 y alrededor de 280,000 en los primeros diez meses de 2021.
En el conflicto actual, el gobierno ucraniano está reclutando a piratas informáticos voluntarios para atacar a Rusia y, a su vez, el grupo Anonymous ha declarado su intención de atacar al Estado ruso, señala el documento.
Según el índice publicado este miércoles, Rusia ocupa el puesto 44 de una clasificación de 163 países encabezada por Afganistán, en la que Ucrania figura en el lugar 62, por detrás de Australia y México y delante de Malasia y Paraguay.