Sin embargo, los limitados resultados prácticos de las tres reuniones pusieron de relieve las escasas opciones de que disponen estos países, incluso estrechamente alineados, para confrontar a Rusia.
Al reunirse con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, Biden subrayó que "lo más importante que tenemos que hacer en Occidente es estar unidos".
Cumbres occidentales en Bruselas después de un mes de guerra en Ucrania
El presidente ruso Vladimir Putin, advirtió Biden, intentaría dividir a la OTAN, aunque Estados Unidos y sus aliados multiplican y fortalecen las sanciones a Moscú por la invasión a Ucrania.
Rusia, dijo Biden, "preferiría enfrentarse a 30 países independientes, y no a 30 países unidos', y prometió buscar "la unidad total y completa entre las principales democracias".
Hasta el momento, más allá de la agresiva retórica en el apoyo al gobierno del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, la unidad de los países occidentales se materializó fundamentalmente a través de la política de sanciones.
Estados Unidos, el Reino Unido y la UE han impuesto graves sanciones económicas a Rusia al tiempo que aprestan el envío de armamento pesado a las fuerzas ucranianas.
Pero las capitales europeas por ahora no extienden esas sanciones al gas y el petróleo ruso, por el impacto que ello tendría en su propia seguridad energética.
"Las sanciones nunca disuaden"
Y como el propio Biden reconoció el jueves, esas sanciones no lograron convencer a Rusia a cesar las hostilidades en Ucrania.
Al ser consultado por la prensa, Biden no logró esconder su frustración."No dije que, de hecho, las sanciones disuadirían [a Putin]. Las sanciones nunca disuaden", dijo.
Las sanciones que los líderes de la OTAN y la UE volvieron a comprometer, argumentó Biden, no estaban destinadas a evitar la invasión de Rusia sino a "aumentar el dolor" al gobierno ruso.