EU presenta un plan ante la crisis migratoria en la Cumbre de las Américas

Las medidas presentadas por Joe Biden incluyen programas para acoger a más trabajadores invitados y dar vías legales para que las personas de los países más pobres puedan trabajar en los más ricos.
La Declaración de los Ángeles que aplica el principio de responsabilidad compartida para una migración "ordenada", pero que se queda en algo simbólico frente a la amplitud del problema.

Estados Unidos presentó el viernes una larga lista de medidas para hacer frente a la crisis migratoria, mientras el presidente Joe Biden y sus colegas se preparaban para emitir una declaración conjunta elaborada en una tensa Cumbre de las Américas.

En el último día de la cumbre, la Casa Blanca promovió una serie de programas de migración acordados por países de todo el hemisferio y por España, que asistió como observador. Sin embargo, algunos analistas se muestran escépticos de que los compromisos sean lo suficientemente significativos como para marcar una diferencia importante.

Las medidas incluyen que Estados Unidos y Canadá acojan a más trabajadores temporales, proporcionen vías para que las personas de los países más pobres trabajen en los más ricos y ofrezcan mayor protección a los inmigrantes.

"Estamos transformando nuestro enfoque para gestionar la migración en las Américas", dijo Biden. "Cada uno de nosotros está firmando compromisos que reconocen los desafíos que todos compartimos”.

Las banderas de 20 países, varios menos que el número de asistentes a la cumbre en total, engalanaron el escenario donde Biden encabezó el despliegue. Pero incluso ese número sólo se consiguió tras días de presión y persuasión por parte de Estados Unidos.

La Declaración de los Ángeles que aplica el principio de responsabilidad compartida para una migración "ordenada", como reclama Joe Biden, pero que se queda en algo simbólico frente a la amplitud del problema.

El presidente estadounidense defendió esta semana en Los Ángeles "una migración segura y ordenada" como posible catalizador para el crecimiento sostenible, pero insistió en que la migración irregular es "inaceptable" y su gestión debe compartirse.

El término clave para Biden es responsabilidad compartida, debido a que Estados Unidos no quiere cargar con todo el peso del flujo migratorio.

Y aún menos a pocos meses de las elecciones de medio mandato de noviembre, en momentos en que la alta inflación hace caer su indice de aprobación entre la opinión pública.

El gobierno de Biden, que se enfrenta a un flujo récord de migrantes ilegales en su frontera sur, prometió cientos de millones de dólares en ayuda para los migrantes venezolanos en la región, renovará la tramitación de visados familiares para cubanos y haitianos y facilitará la contratación de trabajadores centroamericanos.

El pacto liderado por Estados Unidos tiene como objetivo es crear incentivos para los países que acogen a un gran número de migrantes y repartir la responsabilidad por toda la región.

¿Solo buenas intenciones?

La declaración, que será presentada por Biden y otros líderes en una ceremonia el viernes, "busca movilizar a toda la región en torno a acciones audaces que transformarán nuestro enfoque para gestionar la migración en las Américas", dijo la Casa Blanca.

Estados Unidos acogerá a 20,000 refugiados de América Latina en 2023 y 2024 (tres veces más que este año) y desembolsará 314 millones de dólares en ayuda para migrantes en la región.

Son muchos menos que los 100,000 ucranianos que Estados Unidos se dispone a recibir después de que Rusia invadiera su país.

Unos 7,500 migrantes irregulares, en su mayoría de Centroamérica, pero también de Cuba, Nicaragua Venezuela y Haití, intentan cruzar a diario la frontera con Estados Unidos, según datos oficiales del mes de abril.

México aumentará de 10,000 a 20,000 el número de Tarjetas de Trabajador Fronterizo y lanzará un nuevo programa de trabajo temporal para entre 15,000 y 20,000 personas de Guatemala cada año que espera extender a Honduras y El Salvador.

Belice, Costa Rica y Guatemala, entre otros, también colaboran, pero estas iniciativas están lejos de aliviar a los migrantes que huyen masivamente de la pobreza, la violencia y la corrupción.

Algunos analistas se muestran escépticos respecto de que las promesas, algunas de las cuales parecen más bien simbólicas, sean lo suficientemente significativas como para marcar una diferencia importante.

Es poco probable que algunos países respalden el plan, según una persona familiarizada con el asunto. Se espera que algunos Estados del Caribe no lo aprueben, dijo un funcionario de la cumbre. Ambos hablaron bajo condición de anonimato.

Se espera que los funcionarios estadounidenses trabajen hasta la ceremonia de presentación para persuadir a los gobiernos escépticos de que acepten, o al menos no se opongan abiertamente, a ninguna de las disposiciones sobre migración, dijo otra persona familiarizada con las negociaciones.

Una cumbre accidentada

El plan culmina una cumbre auspiciada por Biden que fue diseñada para reafirmar el liderazgo de Estados Unidos y contrarrestar la creciente influencia económica de China en la región.

Sin embargo, el mensaje se vio empañado por un boicot parcial de los líderes, incluido el presidente de México, para protestar por la exclusión por parte de Washington de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

En la inauguración de la cumbre, el jueves, los líderes de Argentina y el pequeño Belice reprendieron a Biden cara a cara por la lista de invitados, subrayando el reto que enfrenta la superpotencia global para restaurar su influencia entre los vecinos más pobres.

Los funcionarios estadounidenses creen que la crítica pública a la que se enfrentó Biden en la sesión plenaria del jueves ha reforzado la determinación de algunos líderes de no ceder a la presión estadounidense sobre la declaración, dijo una fuente familiarizada con el asunto.

Chile, Bahamas, Barbados y Antigua y Barbuda se sumaron el viernes a las críticas, aunque Biden no estuvo presente.

El mandatario chileno, el izquierdista Gabriel Boric, repitió que no le gustan las exclusiones. "Seria distinto sostener en un foro como este, con todos los países presentes, incluso aquellos que decidieron restarse, la urgente necesidad de la liberación de los presos políticos de Nicaragua o también la importancia moral y práctica de terminar de una vez por todas con el injusto e inaceptable bloqueo de Estados Unidos al pueblo de Cuba", afirmó.

Belice considera "imperdonable" que no estén, unas ausencias que el canciller mexicano Marcelo Ebrard calificó de "error estratégico", en nombre del presidente Andrés Manuel López Obrador, que boicoteó la cumbre precisamente por este motivo.

La cumbre sirvió de plataforma para reuniones bilaterales, como la de Biden con el presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien dijo estar gratamente sorprendido tras el primer encuentro entre ambos.

El líder ultraderechista, criticado con frecuencia por los ecologistas por sus posiciones, sorprendió este viernes al afirmar que no se necesita el territorio amazónico "para expandir el agronegocio".

Además de la declaración sobre migración, en la cumbre se adoptarán proyectos de compromiso político sobre la gobernanza democrática, la salud y la resiliencia, el cambio climático y la sostenibilidad ambiental, la transición a la energía limpia y la transformación digital.

Con información de AFP y Reuters