La transición de Croacia de su tradicional moneda, la kuna, al euro, ocurrirá el primer día del próximo año, menos de una década después de que ese país se sumó a la Unión Europea.
Durante la ceremonia de firma de los documentos, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, dijo que "es un día para celebrar" y "un acto de convicción".
"Croacia ha decidido y está convencida del valor de adoptar el euro y sumarse a la zona del euro", dijo en referencia a la que pasará a ser la moneda común de 20 de los 27 países de la UE.
Sin embargo, Croacia se une a la eurozona en un momento de extrema dificultad para la moneda europea, que alcanzó este martes la paridad con el dólar estadounidense, en un símbolo de las incertidumbres que rodean la economía del bloque.
Al llegar a la reunión de este martes en Bruselas, el ministro Maric dijo que "todos enfrentamos desafíos muy fuertes en estos días, pero obviamente con políticas y medidas coordinadas, creo que podemos hacerles frente".
Para poder unirse al euro, Croacia superó con éxito estrictas condiciones, como mantener la inflación en el mismo rango que sus pares de la UE y garantizar el gasto público bajo control.
Las reacciones del mundo ante la invasión rusa en Ucrania
Croacia había expresado la voluntad de adoptar la moneda única al unirse a la UE en 2013, y la adhesión del país a la eurozona coincide con el 20º aniversario de la moneda común.
El 1 de enero de 2002, doce países de la UE dejaron atrás sus monedas tradicionales para adoptar los billetes y las monedas del euro.
Desde entonces, se han sumado otros siete países: Eslovenia en 2007, Chipre y Malta en 2008, Eslovaquia en 2009, Estonia en 2011, Letonia en 2014 y finalmente Lituania en 2015.