Para frenar la inflación, el mecanismo es justo el contrario: subir las tasas clave, de tal manera que se frene el consumo y la inversión, y con ello se contenga el alza de precio. ¿El costo? Menor crecimiento.
Y en una situación como la que se encuentra la zona euro: inflación más bajo crecimiento económico, el movimiento de las tasas no es suficiente.
Pero no es solo eso. La guerra en Ucrania es otro de los factores que han estado perjudicando a la zona euro, sobre todo por el aumento del costo de los energéticos y la escasez de alimentos, dice Luis Carlos Ortega, docente de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En febrero, Rusia invadió Ucrania, una acción que provocó una crisis en el mercado de materias primas a nivel global. Rusia y Ucrania son clave en el mercado de los commodities: ambos representan casi un tercio de las exportaciones mundiales de trigo y 19% de las de maíz. Además, Rusia es el segundo productor más importante de petróleo en el mundo y el primer exportador de gas de Europa, también produce alrededor de 6% de aluminio y 7% del níquel a nivel mundial.
El conflicto provocó una serie de sanciones hacia Rusia y problemas en el suministro de las materias primas provocando escasez y alza de precios a nivel internacional.
Peor aún. La zona euro comenzó este lunes el mantenimiento anual de su principal gasoducto, el Nord Stream 1, y “se espera que los flujos se detengan durante 10 días, pero persiste la preocupación de que el suministro no regrese a los niveles normales después de las obras”, indicó Monex.
Ante este panorama, los inversionistas han estado huyendo del euro. Al mismo tiempo, el dólar se ha fortalecido, debido a que "ha fungido como un activo de refugio de valor prácticamente en el último año (desde julio del 2021)”, indicaron analistas de Citibanamex.
En momentos de incertidumbre y alta volatilidad, los inversionistas suelen aumentar la demanda, y por ende el precio, de activos considerados como seguros, como el dólar y los bonos del Tesoro.