No solo eso, sino que está en conversaciones para reiniciar las conversaciones de paz con la segunda guerrilla más importante de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Esto es lo que sabemos sobre cómo será el manejo de los acuerdos de paz en Colombia durante el gobierno de Gustavo Petro.
Una “paz total”
Desde su elección, el 19 de junio, Petro ha manifestado su interés de acordar una "paz total" con los grupos que siguieron en armas tras la disolución de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y su transformación en partido político.
Durante su toma de posesión, el domingo pasado, Petro pidió a todos los grupos armados dejar las armas y aceptar los beneficios jurídicos a cambio de la paz, para poner así fin a décadas de violencia en el país sudamericano.
"La paz es posible si desatamos en todas las regiones de Colombia el diálogo social, para encontrarnos en medio de las diferencias, para expresarnos y ser escuchados, para buscar a través de la razón, los caminos comunes de la convivencia", dijo el mandatario en su discurso de posesión.
"Convocamos, también, a todos los armados a dejar las armas en las nebulosas del pasado. A aceptar beneficios jurídicos a cambio de la paz, a cambio de la no repetición definitiva de la violencia, a trabajar como dueños de una economía próspera pero legal que acabe con el atraso de las regiones", agregó.