La solicitud de pena de muerte debía ser unánime y al menos uno o más de los 12 miembros del jurado encontraron que no estaba justificada debido a circunstancias atenuantes.
Durante la lectura del veredicto, Cruz, vestido con un suéter a rayas y anteojos grandes, miraba inexpresivo hacia la mesa de la defensa mientras varios familiares de las víctimas en el sector para el público sacudían la cabeza con incredulidad.
Cruz se declaró culpable en 2021 de los asesinatos ocurridos el Día de San Valentín hace cuatro años y los fiscales argumentaron durante un juicio de tres meses que la sentencia apropiada era la pena de muerte.
Melisa McNeill, su abogada, había instado a los miembros del jurado a mostrar misericordia con un joven al que describió como una persona con "daño cerebral, enfermedad mental y quebrantamiento".