Corea del Norte ha lanzado una treintena de misiles balísticos esta semana. Uno de ellos cayó en aguas territoriales surcoreanas.
La Unión Europea condenó "con fuerza" este mismo sábado el lanzamiento de estos nuevos misiles norcoreanos, y llamó a una "respuesta unida" a estos actos.
"Las acciones de Corea del Norte requieren una respuesta unida y resuelta de la comunidad internacional", indica un comunicado del jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
Estados Unidos y Corea del Sur consideran que esta andanada de disparos puede culminar con un ensayo nuclear de Corea del Norte, el primero desde 2017.
El viernes, Washington y Seúl decidieron ampliar un día unos ejercicios militares conjuntos bautizados "Tormenta Vigilante", que se iniciaron el lunes.
Un bombardero estratégico B-1B estadounidense participó este sábado en las maniobras aéreas, en lo que representa el primer vuelo de una aeronave de este tipo en la península coreana desde diciembre de 2017.
Los expertos señalan que el régimen comunista liderado por Kim Jong Un se ha mostrado especialmente irritado ante estas maniobras, las más importantes jamás realizados por Seúl y Washington, con cientos de aviones movilizados por cada lado.
"Amenaza significativa"
En otras ocasiones, Corea del Norte ya manifestó su enojo por el despliegue de armas estratégicas estadounidenses, como los bombarderos B-1B o los portaaviones, habitualmente enviados a la zona en momentos de alta tensión.
Aunque el B-1B ya no va equipado con armas nucleares, la fuerza aérea estadounidense lo define como "la columna vertebral de los bombarderos de largo alcance de Estados Unidos", que pueden atacar en cualquier lugar del mundo.
Un experto en cuestiones norcoreanas, Ahn Chan-il, dijo a AFP que teniendo en cuenta el hecho de que Estados Unidos considera al B-1B como un elemento estratégico clave, su despliegue puede ser visto por Corea del Norte como una "amenaza significativa".