No fue sorpresivo el anuncio, puesto que Carrizo dimitió hace unos días a su cargo de ministro de la Presidencia, que ocupaba a la par de ser vicepresidente de Panamá, lo que fue interpretado por analistas y medios locales como señal de que se lanzaría a la contienda electoral.
La ley panameña prohíbe que un ministro sea candidato para un cargo electivo, pero la prohibición no alcanza a un vicepresidente.
Un sondeo publicado el martes por el diario La Estrella de Panamá mostró a la cabeza de las preferencias presidenciales a Martinelli (2009-2014) con 30%, seguido por Carrizo con 27%.
Carrizo prometió continuar la senda del actual presidente Laurentino Cortizo, quien dirige "un gobierno PRD que ha salvado vidas" durante la pandemia de covid-19 y "le da la mano a quienes menos tienen".
Apodado "Gaby" por sus seguidores, Carrizo sobrevivió en 2020 a un escándalo por el supuesto intento de su ministerio de comprar a sobreprecio respiradores para enfermos de covid-19. La fiscalía abrió una investigación y la compra fue cancelada, pero el presidente Cortizo lo mantuvo en su gabinete.
El PRD es el partido panameño con más militantes, 736.000 en una nación de poco más de cuatro millones de habitantes, pero hace una semana fue acusado de "clientelismo" por un hombre de sus filas: el expresidente Martín Torrijos, hijo del general.
El exmandatario (2004-2009) criticó a la directiva del PRD por empeñarse en designar a decenas de candidatos al Parlamento y municipios, en vez de que sean escogidos en primarias.
"Eso no es 'torrijismo'", afirmó el expresidente en un video, acusando a los líderes del PRD de "utilizar el torrijismo a su conveniencia para justificar lo injustificable" y defender "sus intereses".