El volcán Sangay, Ecuador
El Sangay, el más austral de los Andes de Ecuador, comandó este lunes los niveles de actividad de varios volcanes sobre los que se mantiene una permanente vigilancia por el comportamiento sísmico y superficial que generan en la actualidad.
El coloso, situado en un ramal andino que desemboca en la Amazonía, lanzó este lunes una leve y continua emisión de ceniza que alcanzó unos 1.000 metros sobre su cráter y que, por efecto del viento, se dirigió hacia el oeste y suroeste del macizo.
Una señal sísmica detectada por el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional, que vigila de cerca la actividad de este y otra docena de volcanes en Ecuador, correspondió a un tremor (temblor leve y constante) en el interior de la montaña, relacionado con emisiones de gases y ceniza.
El fenómeno amenazó con depositar ceniza en varias zonas de la provincia andina de Chimborazo como ya ocurrió en días pasados, cuando se reportó la caída de ese material en las localidades de Guamote y Alausí.
El Sangay, de 5,230 metros de altura sobre el nivel del mar, se ubica en la provincia amazónica de Morona Santiago (centro este), vecina de Chimborazo, y su nombre proviene de la voz kichwa (quichua) "samkay", que se traduce como "espantar" o "aterrorizar", aunque, también podría provenir del vocablo de la etnia shuar "shanga", que se interpreta como "bondadoso".
Con información de AFP y EFE