El informe de la organización defensora de los derechos humanos también revela que las muertes de los detenidos fueron resultado de torturas y de lesiones graves y sistemáticas. Casi la mitad de los fallecidos fueron víctima de muertes violentas (36) o relacionadas con la criminalidad (39).
Entre las muertes ocurridas se cuentan 30 casos en los que en la causa reportada indica “edema”, que comprenden 26 casos de edema pulmonar, 3 casos de edema cerebral, y 1 caso de edema generalizado a pesar de que en varios de estos casos hubiere evidencias de violencia sobre el cadáver.
“Existen elementos suficientes para presumir que algunas de estas muertes estuvieron precedidas de violencia, falta de asistencia y atención médica, suministro de medicamentos o negligencia médica, incluso, que estas enfermedades o condiciones crónicas pudieron ser adquiridas o se agravaron como consecuencia de torturas, golpizas y tratos crueles e inhumanos” recibido en prisión, indica el informe.
69,000 detenidos
Las pandillas mantenían el control del 80% del territorio del país, según el gobierno, y se financiaban con masivas extorsiones, sicariato y tráfico de drogas.
Para combatirlas rige desde hace 14 meses un régimen de excepción que permite a la policía y el ejército hacer arrestos sin orden judicial.
La medida fue aprobada el 27 de marzo de 2022 por el Congreso a pedido del Bukele, en respuesta a una escalada de violencia pandillera que se cobró la vida de 87 personas.