El fiscal especial Jack Smith había propuesto iniciar el juicio el 2 de enero de 2024, 11 meses antes de la jornada electoral. Los abogados de Trump habían pedido a Chutkan que retrase el juicio hasta abril de 2026. Chutkan dijo que ninguna de esas fechas era aceptable.
"El señor Trump tendrá que hacer que la fecha del juicio funcione, independientemente de su agenda", dice, y añade que la agenda profesional de un acusado no debería influir en cuándo se fija un juicio.
Trump no asistió a la vista del lunes, pero escribió en su red social Truth Social que apelará, pero no mencionó más detalles sobre cómo o cuándo se hará la apelación. El republicano calificó la investigación de motivada políticamente.
El republicano ha arremetido anteriormente contra Chutkan, diciendo, sin pruebas, que es parcial contra él.
Los abogados de Trump dicen que necesitan tiempo para ordenar las pruebas del gobierno, pero los fiscales dicen que gran parte de ellas consisten en materiales públicos, como las declaraciones de Trump y los registros del Congreso.
El lunes dijeron que habían entregado la mayor parte de las pruebas del caso, que suman unos 12.8 millones de páginas.
Chutkan afirmó que el equipo legal de Trump ya debería haber empezado con buen pie. "Los abogados del señor Trump sabían que esto se avecinaba desde hace tiempo", señaló.
"El presidente Trump no es una persona normal. Es increíblemente inteligente y sabe lo que es estar entre las cuerdas", dijo su abogada Alina Habba a "Fox News Sunday" cuando se le preguntó cómo se prepararía su cliente para sus próximos juicios.
"También conoce los hechos porque los vivió", añadió.