Según un comunicado de las fuerzas kurdas, "seis miembros de las fuerzas de seguridad murieron en un ataque" y "dos civiles" que circulaban en motocicleta fallecieron en otro.
El portavoz de las FDS, Farhad Chami, informó de un noveno muerto.
Aviones de combate estadounidenses F-16 derribaron el jueves un dron perteneciente a Turquía, aliado de la OTAN, que se consideraba una amenaza potencial para las fuerzas estadounidenses en Siria, dijo el Pentágono.
El jueves por la mañana, las fuerzas estadounidenses observaron drones atacando en el noreste de Siria, algunos de ellos dentro de una "zona de operaciones restringida" (ROZ) cerca de Hasakah, aproximadamente a un kilómetro de distancia de las tropas norteamericanas, dijo el portavoz del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder.
Turquía había justificado los ataques por el atentado perpetrado el domingo contra el Ministerio del Interior en Ankara, que dejó dos policías muertos.
El atentado fue reivindicado por el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, turco), en la lucha armada contra las autoridades turcas.
Turquía asegura que los autores del ataque han sido formados en Siria, pero el jefe de las FDS, Mazlum Abdi, rechazó estas acusaciones.
Ankara califica de "terrorista" al principal componente de las FDS, las YPG (Unidades de Protección Popular), a las que ve como una extensión del PKK.
"Hay una escalada clara" contra las zonas controladas por la administración kurda en el noreste sirio, alertó Chami, de las FDS.
En respuesta al atentado de Ankara, Turquía también bombardeó posiciones del PKK en el norte de Irak, fronterizo con Siria y Turquía.
Entre 2016 y 2019, Ankara realizó tres operaciones contra las fuerzas kurdas en Siria.
"La situación empeora cada día", declaró Hasan al-Ahmad, un comerciante de 35 años en el mercado de Qamishli, una ciudad fronteriza con Turquía.
"Turquía no nos da ni un momento de paz y nos ataca todos los días. Sólo queremos que nuestros hijos vivan en paz", añadió.