La carta de Hamás, enemigo jurado de Israel, contra el que llama a la lucha armada, propugna un Estado islámico en el conjunto de los territorios palestinos. Israel sigue ocupando Cisjordania y Jerusalén oriental, la parte de mayoría palestina de la ciudad santa, anexionada.
Tras la guerra de 2021, y después de varias contiendas con Hamás en las que trató de destruir la infraestructura militar del movimiento palestino, Israel optó por una política de incentivos económicos para garantizar una tregua duradera.
Así, aumentó los permisos de trabajo y de comercio acordados a los gazatíes, lo que permitió entrar a unos 18,500 trabajadores en Israel. El desempleo en Gaza es muy elevado, y afecta a la mitad de la población.
Israel consideró que esta política de incentivos económicos podía ayudar a mantener la calma.
El 1 de octubre, el consejero de Seguridad Nacional de Israel, Tzaji Hanegbi, destacó en ese sentido que Hamás no había disparado cohetes en los dos últimos años. "Hamás está demostrando una gran contención", y sabe el precio que tendría una escalada", dijo a la radio militar.
Michael Milshtein, director del Foro de Estadios Palestinos en la Universidad de Tel Aviv, dijo que declaraciones de este tipo demuestran que "teníamos una idea totalmente equivocada acerca de Hamás”.
"Se ha derrumbado la noción de que los incentivos económicos podrían disminuir la motivación de Hamás de cometer actos terroristas, o incluso empujar a la opinión pública (palestina) a oponerse al movimiento" islamista, dijo a AFP.
"Estamos ante una organización ideológica radical, ¿piensa usted de verdad que se puede sublimar su ideología? ¿o cambiarla? Es una equivocación total", asevera Milshtein, un oficial de inteligencia retirado.
Mientras tanto, recuerda, "se fortalecieron y prepararon la próxima etapa de su guerra".
"La operación estaba preparada desde hace casi un año, lo increíble es que en ese año Israel siguiera aumentando el número de permisos de trabajo [a los palestinos] y las concesiones", opina.
Con información de AFP y Reuters