Los dos ministros están buscando "la forma adecuada de garantizar que las personas que llegaron de México lo hicieron por las razones adecuadas y que esto no se convierta en una especie de puerta lateral para acceder a Canadá", dijo LeBlanc.
"Estamos estudiando una serie de medidas que, de hecho, nos pondrían en situación de haber hecho lo necesario para garantizar que estos vuelos procedentes directamente de México no se conviertan en una especie de vía indirecta para acceder a Canadá y solicitar asilo", añadió.
En una carta enviada la semana pasada, el primer ministro de Quebec, Francois Legault, instó al primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a frenar el flujo de refugiados a la provincia y a compensarla por los costos, alegando que los servicios de Quebec estaban cerca de un "punto de ruptura" debido al creciente flujo.
"Los nacionales mexicanos representan una proporción creciente de los solicitantes de asilo que llegan a Quebec, la posibilidad de entrar en Canadá desde México sin visado explica ciertamente una parte del flujo de solicitantes de asilo", escribió Legault en la carta.
Ottawa está siendo objeto de presiones por sus políticas de inmigración, a las que se culpa de agravar la escasez de viviendas y de que algunos servicios prestados por las provincias, como la educación y la sanidad, tengan dificultades para seguir el ritmo del crecimiento demográfico.