En caso de que ningún candidato obtenga los 270 votos del colegio electoral necesarios para ganar, la Casa de Representantes elegiría al Presidente y el Senado al Vicepresidente. En este caso cada delegación estatal tendría un voto.
A cada Estado se le asigna un determinado número de delegados, en correspondencia con la cantidad de habitantes. Esta cifra coincide de manera precisa con la cantidad de senadores (dos por Estado) y de integrantes de la Cámara de Representantes. Actualmente son 435 más tres asignados al Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital.
Para delimitar los distritos electorales y así el número de delegados de cada Estado se toma como referencia el censo.
Actualmente California, el Estado más poblado, tiene 55, seguido por Texas (34), Nueva York (29) y Florida (27). Entre los cuatro, acumulan 26.9% de los súper electores.
Delaware, Wyoming y la capital, Washington, sólo disponen de 3.
¿Qué son los estados columpio?
En la mayoría de los estados, quien gana en el estado se lleva todos los votos electorales. Las excepciones son Maine y Nebraska, que dividen sus votos: otorgan dos delegados al candidato que gane el voto popular y los restantes se dan por los distritos en los que está dividido cada estado y que le da los asientos en el Congreso. Maine tiene cuatro delegados y Nebraska, cinco.
Algunos estados son históricamente demócratas y otros republicanos.
Esto explica que los candidatos se centren en aproximadamente una decena de estados que habitualmente varían entre un lado y otro, influyendo en el resultado electoral, los famosos estados columpio ("swing states”).
Los más importantes son aquellos con mayor número de grandes electores, como Pensilvania (19), Ohio (17) y Georgia (16). Wisconsin, Arizona y Nevada también despiertan interés.
Los estados bisagra pueden variar en función de los comicios.