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La pena de muerte retrocede poco a poco en Estados Unidos

Este castigo se ha vuelto cada vez menos común en Estados Unidos, aunque todavía goza de la aprobación de la mayoría de la población.
vie 26 enero 2024 05:04 AM
La diosa de la justicia "Justitia" con una cuerda estilizada como símbolo de la pena de muerte.
Los estados de Estados Unidos que aplican la pena capital tienen cada vez más dificultades para conseguir fármacos para las inyecciones letales.

Con una veintena de ejecuciones al año y un número equivalente de condenas a muerte, la pena capital sigue en lento retroceso en Estados Unidos, pero todavía cuenta con el apoyo de la mayoría de la población.

En 2023 se llevaron a cabo 24 ejecuciones en el país y se espera el mismo número este año, en tanto que se dictaron 21 condenas a muerte. Estas estadísticas son comparables a las de años anteriores.

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En su informe anual publicado en diciembre, el observatorio especializado Centro de Información sobre la Pena de Muerte (DPIC, por sus siglas en inglés) afirmó que, por noveno año consecutivo, menos de 30 personas fueron ejecutadas y menos de 50 condenadas a muerte en el país.

Estas ejecuciones, todas por inyección letal, se llevaron a cabo en cinco Estados: tres del sur (Texas, Florida y Alabama) y dos del centro (Misuri y Oklahoma).

Las 21 condenas a muerte dictadas en 2023 se emitieron en siete estados: Florida, California, Texas, Alabama, Arizona, Carolina del Norte y Luisiana.

El aumento de las ejecuciones de 18 en 2022 a 24 en 2023 puede atribuirse al regreso de Florida a las ejecuciones después de una larga pausa mientras su gobernador, Ron DeSantis, lanzaba una campaña presidencial. El domingo, DeSantis abandonó su intento por convertirse en el candidato republicano a la presidencia.

Las seis ejecuciones en Florida fueron la cifra más alta en el estado desde 2014, y se impusieron cinco nuevas sentencias de muerte, la cifra más alta de cualquier estado este año.

Como en años anteriores, la mayoría de los presos ejecutados en 2023 "probablemente no serían condenados a muerte hoy en día", debido a que se toman en consideración los problemas de salud mental y los traumas de los acusados, o a cambios en la ley, explica la DPIC.

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El informe señala que el 79% de los ejecutados el año pasado sufrían al menos una enfermedad mental grave, una lesión cerebral o una discapacidad intelectual y/o un trauma infantil grave. "El 33%" padecía las tres.

De acuerdo con el DPIC, el descenso paulatino del número de condenas a muerte en los últimos veinte años es "un claro indicio de que la opinión de los jurados sobre la eficacia, la precisión y la moralidad de la pena de muerte ha cambiado".

Nuevos métodos

La primera ejecución de 2024 fue a Kenneth Eugene Smith en Alabama, este jueves 25 de enero.

Smith fue condenado en 1996 por asesinar a Elizabeth Sennett, esposa de un predicador, tras aceptar él y un cómplice una recompensa de 1,000 dólares de su marido por matarla, según el testimonio del juicio.

La gobernadora republicana de este estado, Kay Ivey, ha fijado un plazo de 30 horas, a partir de las 06:00 GMT del jueves hasta las 12:00 GMT del viernes, para llevar a cabo la ejecución.

Alabama lo ha calificado como "el método de ejecución más indoloro y humano conocido por el hombre", y afirma que debería perder el conocimiento en uno o dos minutos y morir poco después.

Ya intentaron ejecutarlo en noviembre de 2022, pero los funcionarios de la prisión fueron incapaces de colocarle la vía intravenosa para administrarle la inyección letal en el tiempo legalmente previsto, después de "haber permanecido atado varias horas", según sus abogados.

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Aunque en décadas anteriores se han empleado gases venenosos como el cianuro de hidrógeno en las ejecuciones, ésta sería la primera vez que se ejecuta una pena de muerte en cualquier lugar utilizando un gas inerte para asfixiar a alguien, afirman los expertos en pena capital.

Quienes se oponen a la pena capital, incluidos expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas, han afirmado que el método equivale a experimentar con seres humanos y que podría simplemente herirlo sin matarlo, o conducir a una muerte tortuosa.

Esto "podría constituir tortura u otros tratos crueles o degradantes según el derecho internacional", advirtió la portavoz Ravina Shamdasani, quien pidió que la ejecución se suspenda.

El protocolo de ejecución por hipoxia con nitrógeno de Alabama no prevé la sedación, a pesar de que la Asociación Veterinaria Americana (AVMA) recomienda administrar un sedante a los animales sacrificados de esta manera, añadió la portavoz.

"Las autoridades de Alabama han fallado tres ejecuciones seguidas en 2022, incluida la del señor Smith", afirmó la directora ejecutiva DPIC, Robin Maher.

"Tal vez se sientan más cómodos pasando a un modo de ejecución completamente diferente, aunque sea totalmente experimental y nunca haya sido probado", declaró a la agencia AFP.

Los estados de Estados Unidos que aplican la pena capital tienen cada vez más dificultades para conseguir fármacos para las inyecciones letales, en parte porque las empresas farmacéuticas prohíben suministrarlos a las prisiones para cumplir una orden europea que sanciona el comercio de productos destinados a la tortura o las ejecuciones.

Una pena “injustamente aplicada”

Según un reciente sondeo del instituto Gallup, la mayoría de los estadounidenses (50% frente a 47%) cree que la pena capital no se aplica de forma justa en Estados Unidos.

Pero una mayoría (53%) sigue estando a favor de su aplicación, indica la misma fuente.

La pena de muerte ha sido abolida en 23 estados del país y otros seis tienen una moratoria sobre su uso, decidida por el gobernador.

Con información de AFP y Reuters

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