Más temprano, el presidente ruso, Vladimir Putin, calificó de "acto terrorista salvaje" el atentado, y aseveró que los sospechosos detenidos quisieron huir a Ucrania.
En una alocución en televisión, Putin afirmó que los cuatro atacantes detenidos por este ataque habían intentado huir a Ucrania, y prometió que todos los responsables serán "castigados" y "no tendrán un destino envidiable".
Los sospechosos detenidos, dijo, "se dirigían a Ucrania donde, según los datos preliminares [de los investigadores] se había preparado una 'ventana' para que pudieran cruzar la frontera".
Por su parte, la Casa Blanca afirmó que el grupo Estado Islámico (EI) es un "enemigo terrorista común", al condenar el atentado perpetrado un día antes en una sala de conciertos de Moscú.
"Estados Unidos condena enérgicamente el atroz ataque terrorista en Moscú", sostuvo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en un comunicado, al añadir que "ISIS —otro acrónimo del EI— es un enemigo terrorista común que debe ser derrotado en todas partes."