Alemania intenta comunicarse con el exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas, quien tiene la nacionalidad de ambos países y fue capturado durante una incursión policial en la embajada mexicana en Quito, informó este jueves el ministerio de Asuntos Exteriores alemán.
"Estamos tratando de buscar contacto directo con él a través de las autoridades ecuatorianas", dijo una fuente del Ministerio de Asuntos Exteriores de Alemania.
Las autoridades de ese país siguen "muy de cerca" el caso de Glas, según la misma fuente.
El exvicepresidente (2013-2017) está en huelga de hambre en la prisión de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil (suroeste de Ecuador), adonde fue trasladado el sábado tras un impactante asalto a la legación mexicana.
Glas, de 54 años, nació en Guayaquil, pero tiene ascendencia alemana por parte de su abuelo. El exvicepresidente del mandatario socialista Rafael Correa (2007-2017) cuenta con pasaporte alemán desde 2005, según el portal Plan V.
En 2017 relató en un programa radial local que su abuelo "llegó huyendo del nazismo" a Ecuador, por lo que cuenta con la doble nacionalidad.
Glas fue hospitalizado por 24 horas el lunes por negarse a consumir alimentos dentro de la prisión, de acuerdo con el servicio penitenciario. Correa aseguró que se trató de un intento de "suicidio".
El exvicepresidente está en el centro de la crisis diplomática entre Ecuador y México, que le otorgó un asilo rechazado por Quito por considerarlo "ilícito".
Tras la incursión de la policía en su sede diplomática, condenada por una treintena de países y por organismos internacionales, México rompió relaciones con Ecuador.
Condenado a ocho años de cárcel por condenas en dos casos de corrupción, Glas se había refugiado en diciembre en la embajada mexicana en medio de una nueva indagación judicial por presunto peculado en el manejo de fondos para la reconstrucción de poblados costeros devastados por un terremoto en 2016, que estuvo a su cargo.
Glas cumplió cinco años de su pena antes de salir bajo libertad condicional gracias a una medida cautelar, que lo obligaba a presentarse periódicamente ante la autoridad.
En 2022, cuando el exvicepresidente tramitaba un habeas corpus con miras a obtener su libertad, la embajada alemana solicitó acceso a la audiencia.
