A falta de un acuerdo entre independentistas y partidarios de Francia, Macron advirtió que presentaría la controvertida reforma para su votación final por el Parlamento bicameral francés "antes de finales de junio”.
Bajo presión, sobre todo de la oposición que lo responsabiliza de la situación, el presidente busca con su viaje "retomar el hilo del diálogo" político y "anticipar la reconstrucción económica", según su primer ministro Gabriel Attal.
Aliados de Macron, las oposiciones de izquierda y de extrema derecha, e incluso algunas voces no independentistas de Nueva Caledonia le urgieron a paralizar la reforma.
Los disturbios provocaron la muerte de seis personas, entre ellas dos gendarmes, y la declaración del estado de emergencia.
Este popular destino de vacaciones está ahora sembrada de cientos de vehículos, negocios y escuelas incendiadas. Dos colegios y 300 autos de un concesionarios fueron incendiados en la capital Numea en la última noche, indicó a la AFP la alcaldía.
La policía detuvo a casi 300 personas en los disturbios, según el fiscal de Numea, Yves Dupas.
Los separatistas canacos, algunos enmascarados, siguen bloqueando improvisadamente las carreteras, incluso la principal vía de acceso al aeropuerto internacional, constataron periodistas de la AFP.
"Mintieron a nuestros ancestros, mintieron a nuestros mayores con los distintos acuerdos que se firmaron (...) Estamos hartos de que no nos reconozcan", aseguró Yamel, entre la maleza invadida por el acre olor a plástico quemado de un almacén calcinado.
La voz de los canacos "no se escucha, no se oye", afirmó por su parte Mike, de 52 años, en una barricada improvisada al norte de la capital caledonia, Numea.
Con información de AFP y Reuters