"Creo realmente que nuestra campaña ha ganado un cierto impulso", sobre todo entre los jóvenes, afirmó Nigel Farage, candidato en una circunscripción del sureste de Inglaterra, al presentar este lunes el programa electoral de su formación.
"Nuestra ambición es establecer una cabeza de puente en el Parlamento y convertirnos en la verdadera oposición de un gobierno laborista", insistió, viendo en estos comicios un "primer paso importante" de cara a las siguientes legislativas, en 2029.
Criticando los proyectos de los otros dos principales partidos, Farage aseguró que lo que defiende Reform UK es un "contrato" con los votantes.
El partido busca beneficiarse de las brechas dentro del Partido Conservador, dividido entre una ala de derecha y una corriente más moderada, molesta por el viraje hacia el centro operado por los laboristas bajo el liderazgo de Keir Starmer.
Retomando sus temas habituales contra la inmigración, el sistema y la defensa del brexit, Farage defendió un posicionamiento "radical" y "tradicional".
Entre sus promesas, Farage enumeró bajadas de impuestos, una reforma completa del del sistema de salud público, la contratación de policías, un aumento del presupuesto de Defensa, una mayor simplificación de las normas para las empresas, el "congelamiento" de la inmigración neta y suprimir subvenciones para las energías renovables.
Un conjunto de medidas dirigidas "al ciudadano de base" y no a las multinacionales, enfatizó el candidato, en Merthyr Tydfil, una localidad empobrecida del sur de Gales.
La distancia entre la clase política y los votantes "es todavía mayor" que antes del referéndum sobre el brexit, insistió el exeurodiputado, de 60 años, que jugó un importante papel en la campaña para que su país abandonara la Unión Europea, en 2016.
También reiteró sus ataques contra los movimientos progresistas "woke", responsables —según él— del "declive cultural" en el Reino Unido, sobre todo en las universidades.