La candidatura de Kamala Harris a las presidencia de Estados Unidos ha traído oxígeno al Partido Demócrata rumbo a las elecciones del 5 de noviembre, y más, después de los apoyos otorgados por los liderazgos del partido, en especial el del expresidente Barack Obama y su esposa, Michelle Obama, quienes pasaron la estafeta para que sea Kamala la heredera de la “nueva esperanza” para una parte del país.
En su discurso de aceptación, Harris prometió revivir una ley bipartidista de seguridad fronteriza que fue rechazada por los republicanos en febrero, a pesar de ser la más estricta en década. Admeás, dijo que lucharía contra los cárteles de la drogam.