"En libertad pero con mucho miedo"
Cerca de 30 menores de edad continúan aún detenidos.
Lauriannys Cedeño, de 17 años, fue arrestada el pasado 14 de agosto, luego que una líder comunitaria del chavismo denunciara que recibió mensajes ofensivos y amenazantes por WhatsApp desde varios números, incluido el de la joven.
Al día siguiente del arresto, cuando estaba convocada la audiencia de presentación, se desmayó y la trasladaron al hospital, donde sigue internada bajo vigilancia policial.
"Se la llevaron a la (cárcel) municipal y pasó la noche en el pasillo (...), pero los presos no la dejaron dormir, silbándole y diciéndole obscenidades", dice a la AFP una fuente relacionada al caso bajo anonimato. "No paraba de llorar".
Cedeño dijo que envió los mensajes a un número errado, iban para otra seguidora del chavismo. La propia denunciante, Nilsa López, dijo después que el contenido del texto no era amenazante.
No está claro el diagnóstico de su salud, pero a veces puede estar con la mirada perdida o le dan "ataques nerviosos", cuenta la fuente. El último ocurrió el miércoles cuando la visitó una fiscal.
Cedeño se acaba de graduar con honores en la secundaria, y esperaba estudiar nutrición. Enfrenta ahora desde un hospital una acusación por "terrorismo" e "instigación al odio".
El futuro de estos jóvenes es incierto. "Es horrible esto", dice Pedro. "Estamos viviendo en zozobra, en miedo, porque no sabemos qué nos espera, no tenemos nada que nos proteja. Estoy en libertad pero con mucho miedo".