"Los vientos comenzarán a aumentar a lo largo de la costa oeste de Florida esta tarde", dijo el NHC. "Los preparativos, incluida la evacuación si se les ordena hacerlo, deben ser rápidos", añadió el organismo.
Las aerolíneas agregaron vuelos partiendo desde Tampa, Orlando, Fort Myers y Sarasota para aliviar el congestionamiento en las carreteras.
Pero no todos los floridanos ni los turistas llevaban prisa.
En Orlando, en el centro del estado, los habitantes temen que haya graves inundaciones, apenas dos años después de que el huracán Ian trajera aguaceros a la zona.
"Ian nos abrió los ojos", dice Brandon Allen, un oficial de salvamento acuático, que se dispone a desplegarse en zonas en peligro de inundación.
Como nos enseñó ese huracán, añade, "todo puede desaparecer" en estas grandes tormentas.
A las afueras de Orlando, en un refugio instalado en una escuela secundaria cerca de Disney World, decenas de personas aguardan ansiosas el paso de Milton.
"Esto da miedo", reconoce Nour Jeboki, un vecino de 34 que trajo a su esposa y a sus hijos para garantizar su seguridad.
Cuando vivía en Texas, hace unos 20 años, lo perdió todo en un huracán, así que esta vez decidió buscar un lugar a salvo.
Estoy "rezando para que todo vaya lo mejor posible", dice. "Este (huracán) me tiene nervioso".
Elecciones y teorías de la conspiración
A pocas semanas de las elecciones presidenciales, Donald Trump y algunos de sus aliados republicanos de extrema derecha han convertido los desastres de Helene y Milton en un tema de campaña.
Biden y Harris fueron criticados por su respuesta inicial al huracán Helene, cuando el presidente pasó el fin de semana trabajando desde su casa de la playa y la vicepresidenta estaba en un evento de recaudación de fondos para las elecciones en la costa oeste del país.