"No tenemos otra opción. Rescataré cada pueblo de Estados Unidos que haya sido invadido y conquistado, y pondré a estos criminales viciosos y sedientos de sangre en la cárcel o los sacaré de nuestro país, que es mi prioridad número uno", dijo Trump.
Para ello lanzará lo que denomina Operación Aurora invocando la Ley de enemigos extranjeros de 1798.
Si regresan recibirán una sentencia de 10 años de prisión y de pena de muerte si han matado a un estadounidense o a un policía, recalcó.
Sin embargo hay pocas pruebas que respalden la afirmación de Trump de que los inmigrantes provocan una mayor inseguridad en las comunidades en las que viven.
“Los inmigrantes en los Estados Unidos cometen delitos a tasas más bajas que la población nacida en los Estados Unidos, a pesar de la afirmación de los críticos de que la inmigración está vinculada a tasas más altas de actividad criminal”, indica un artículo explicativo de Instituto de Políticas Migratorias (MPI).
Esta reducción se mantiene en todos los grupos de inmigrantes, incluidos los inmigrantes no autorizados, indica el artículo.
Incluso, hay evidencia de que la inmigración puede ayudar a reducir los índices de criminalidad, especialmente de crímenes violentos, en lugares con policías inclusivas y ambientes sociales donde las poblaciones inmigrantes está bien establecidas.