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Latinos en Nevada aseguran que votarán por Trump como 'castigo' a demócratas

La decepción por promesas incumplidas sobre economía e inmigración impulsa este cambio en uno de los siete estados que definirán el resultado de las elecciones.
mar 22 octubre 2024 12:32 PM
Se muestran varias casillas de votación temprana en Las Vegas, Estados Unidos. Ya hay varias personas formadas y realizando su voto.
Trabajadores electorales del Departamento de Elecciones del Condado de Clark registran a los votantes en una mesa mientras la gente vota en el Meadows Mall el 21 de octubre de 2024 en Las Vegas, Nevada. La votación anticipada en el estado clave comenzó el 19 de octubre y continúa hasta el 1 de noviembre. En el primer día de votación anticipada, Nevada registró la mayor cantidad de votantes en persona desde que adoptó el voto universal por correo para las elecciones de 2020.

Frustrados con los demócratas por temas como economía e inmigración, muchos latinos en el crucial estado de Nevada aseguran que votarán por Donald Trump en las presidenciales de noviembre en Estados Unidos, un apoyo que puede ser decisivo para el republicano.

María Salinas, quien administra un puesto de jugos en un mercado en el norte de Las Vegas, cuenta que varios familiares durante años han buscado una manera de regularizarse en Estados Unidos, lo que la motivó a apoyar a los demócratas en 2020. "Pero nada. Promesas y promesas (...) pero nada cambia para nosotros", lamenta.

Esta decepción la motiva a votar por los republicanos el 5 de noviembre: "Yo creo que Trump puede cambiar un poco las cosas".

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Los latinos, el segundo mayor grupo poblacional electoral de Estados Unidos, representan el 22% de los votantes en Nevada, un estado a donde miles de migrantes han llegado atraídos por la promesa de trabajo en los cintilantes casinos y los efervescentes espectáculos de Las Vegas.

Este grupo demográfico, que en su mayoría ha favorecido a los demócratas en el pasado, parece estar reconsiderando sus lealtades, impulsados por la creciente frustración con el estancamiento en políticas que afectan directamente su calidad de vida, como la economía y la inmigración.

El cambio ocurre en un mal momento para los demócratas, que tras dominar las presidenciales en Nevada desde 2008, llegan a estos comicios con una ventaja de apenas medio punto.

"Yo nunca he entendido por qué a fuerzas dicen que los latinos tenemos que ser demócratas", dice Javier Barajas, un empresario de 65 años. "Los demócratas nunca nos han ayudado en nada", agrega el mexicano que cruzó la frontera hace cuatro décadas y terminó por accidente en la 'capital del pecado', como se conoce a Las Vegas.

Barajas construyó un emporio gastronómico piedra por piedra en la ciudad, pero alcanzó su verdadero sueño americano este año al recibir en sus restaurantes a Trump y al presidente Joe Biden, justo antes de que Biden cediera la candidatura a Kamala Harris.

Estrecharle la mano a Biden fue "algo muy grato, un orgullo". Pero Trump "fue más que un honor, porque es la persona correcta para este país", afirma Barajas, quien atesora los botines dorados con el sello de Trump que le regalaron tras la visita.

El entusiasmo con el que Barajas ahora habla en público de su preferencia política es un reflejo del cambio de los vientos políticos entre los latinos. "Ahora, sí, lo digo, lo digo porque estoy muy molesto con los demócratas, porque son puras promesas. (...) Y esta es la forma de decirles 'Ok, ya basta. No estamos de acuerdo con ustedes'. Necesitan ya tomarnos más en serio".

Margen cada vez menor

Aunque los latinos siguen favoreciendo a los demócratas, el margen se ha reducido considerablemente. En 2012, el 71% de los latinos en Estados Unidos votó por el Partido Demócrata, mientras que el 27% optó por los republicanos. Ya para 2020, los republicanos ganaron terreno al conquistar el 32% del electorado latino, frente al 66% de los demócratas.

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Una reciente encuesta de UnidosUS apunta que el 57% de los latinos se inclina por Harris este año, en tanto que el 34% lo hace por Trump. Este cambio refleja el desencanto que muchos votantes sienten debido al aumento del costo de vida y a las políticas migratorias que consideran ineficaces.

Barajas, por ejemplo, cree que las promesas de deportaciones masivas de Trump, en caso de llegar nuevamente a la Casa Blanca, solo impactarán "a los delincuentes". "Él no irá contra los trabajadores", afirma el empresario, quien durante la visita de Trump le explicó que muchos latinos lo desprecian por su retórica anti-inmigración.

Barajas no se lo toma personal. Y no es el único.

La mayoría de los hispanos en Estados Unidos cree que Trump no habla de ellos cuando acusa a los migrantes de cometer crímenes o de ser una amenaza para la sociedad, de acuerdo con una encuesta de The New York Times realizada este mes.

Esta percepción subraya una desconexión entre el discurso agresivo de Trump sobre inmigración y la realidad cotidiana de muchos latinos, quienes consideran que sus críticas se enfocan en casos extremos y no en la vasta mayoría trabajadora y respetuosa de las leyes.

"Mejorar la comunicación"

Por otro lado, la irrupción de Kamala Harris en la campaña ha ayudado a que los demócratas recuperen cierto terreno entre los latinos, en parte debido a su historia personal como hija de inmigrantes. "(Harris) es producto de padres inmigrantes", dijo Ricardo Fernández, de 54 años, para quien los demócratas necesitan mejorar su comunicación con la comunidad latina.

"Muchos latinos no están bien informados (...) sobre qué es lo que se está jugando aquí", sostiene Fernández. "Estamos hablando de una candidata que habla con afán de ayudar a la clase media y de un candidato (...) cuyo plan es fortalecer a los multimillonarios. Entonces, ¿el latino en dónde va a quedar? ¿Cuántos latinos son millonarios aquí en Estados Unidos?".

Estas preocupaciones son latentes en el norte de Las Vegas, un bastión latino donde funciona el Broadacres Market, un enorme y colorido mercado de pulgas. Allí, los trabajadores, en su mayoría hispanos, reiteran que la economía y, para algunos, la falta de documentos son las prioridades en estas elecciones.

Carlos Reyes, de 57 años y a cargo de un puesto de camisetas en este mercado, afirma que se siente más inclinado a apoyar a Harris porque "empezó como cualquiera, desde abajo". Sin embargo, sigue indeciso a dos semanas de la elección. "¿Qué le falta?", se pregunta. "Escuchar a Trump".

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