El nominado para encargarse de la política fiscal estadounidense también se centraría en promulgar aranceles, recortar el gasto y mantener el estatus del dólar como moneda de reserva mundial, dijo al periódico en la entrevista.
Como presidente, Trump quiere ampliar los recortes de impuestos que expiran en 2017 y promulgar nuevas exenciones fiscales, que el mercado especula que podría añadir nueva deuda por 7.5 billones de dólares en 10 años.
Trump también ha prometido que aumentar las deducciones fiscales estatales y locales y que la tasa del impuesto corporativo, que se redujo del 35 al 21% en 2017, se reduzca aún más al 15% para las empresas manufactureras.
“Cualquier discusión sobre los planes fiscales debe partir del hecho de que el déficit presupuestario federal ya es extremadamente grande. La relación entre la deuda federal y el PIB es del 100%. El déficit es de alrededor del 6.5% del PIB, y el déficit primario es de alrededor del 3.5%”, indica un análisis del Instituto Peterson de Economía Internacional.
Las medidas propuestas por Trump podría aumentar estos números entre uno y dos puntos porcentuales, lo que provocaría un aumento rápido en la tasa de deuda y un deficit primario sostenido de entre 4% y 5%.
“Este es un número extremadamente grande, y no hay razón para pensar que los recortes de la tasa del impuesto corporativo, incluso si impulsaran la inversión y el crecimiento potencial, reducirán sustancialmente el déficit en los próximos años”, indicó el instituto.