Sin embargo, la apuesta de Macron no pudo estar más equivocada.
Los diputados de izquierda y de ultraderecha tumbaron el gobierno de Barnier el 4 de diciembre, entre llamados a la dimisión del presidente Macron. El exnegociador europeo presentó su dimisión al día siguiente.
La agencia de calificación financiera Moody's advirtió que la caída de Barnier "profundiza el estancamiento político" y "reduce la posibilidad de consolidar las finanzas públicas".
Por 331 votos a favor, por encima de la mayoría absoluta de 288, la Asamblea Nacional puso fin al gobierno de Barnier en menos de 100 días, rechazando a su vez sus presupuestos económicos para 2025.
El éxito de la moción de censura convirtió al gobierno de Barnier en el más breve de la Quinta República francesa, iniciada en 1958.
Sin poder convocar nuevos comicios legislativos hasta julio ni optar a su reelección en 2027, el presidente parece dispuesto a nombrar a un nuevo primer ministro “rápidamente”.
El próximo primer ministro tendrá por misión "formar un gobierno de interés general que represente a todas las fuerzas políticas de un arco de gobierno que pueda participar con él o, al menos, que se comprometa a no censurarlo", explicó Macron en un discurso en cadena nacional.
"El mandato que ustedes me confiaron democráticamente es un mandato de 5 años y lo ejerceré cabalmente hasta el final (en 2027)", subrayó el mandatario de centroderecha, mientras se multiplican los llamados para que dimita.
Macron indicó este martes que quiere nombrar a un nuevo primer ministro "en 48 horas”, indicaron fuentes a la cadena AFP, mientras sostenía una reunión con los líderes de los partidos, aunque las negociaciones con la izquierda y con el partido de derecha Los Republicanos (RN) se muestran complejas, aseguraron las mismas fuentes.
A la espera de que un nuevo gobierno pueda aprobar los presupuestos para 2025, el actual Ejecutivo en funciones presentará el miércoles una "ley especial" para poder cobrar los impuestos el próximo año.