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Las posibilidades que le quedan a Macron para salvar a su gobierno

La censura al gobierno del primer ministro Michel Barnier eleva las tensiones para el presidente, quien debe nombrar a un nuevo jefe de gobierno sin poder llamar a nuevas elecciones.
jue 05 diciembre 2024 01:11 PM
El presidente francés Emmanuel Macron habla durante el Foro Empresarial Saudí-Francés durante una visita oficial a Riad el 3 de diciembre de 2024.
A Macron le quedan más de dos años de mandato, pero algunos de sus rivales han pedido su renuncia.

Un hombre observa una pantalla dentro de un café que muestra al presidente francés Emmanuel Macron haciendo un discurso televisado a la nación después de que el gobierno del primer ministro Michel Barnier fuera derrocado en un voto de censura, en París, Francia, el 5 de diciembre de 2024.

La censura del gobierno francés no implica la caída del presidente Emmanuel Macron, cuyo mandato termina en 2027, pero el centroderechista tiene ahora la difícil tarea de nombrar a un primer ministro y sin poder recurrir a nuevas elecciones legislativas.

Macron escogió en septiembre al conservador Michel Barnier como primer ministro en nombre de la "estabilidad", dos meses después de las legislativas que adelantó a raíz de la victoria en Francia de la ultraderecha en los comicios al Parlamento Europeo.

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El inesperado adelanto electoral dejó una Asamblea Nacional (cámara baja) sin mayorías claras y dividida en tres bloques irreconciliables: izquierda, centroderecha y extrema derecha. Macron no puede convocar nuevas elecciones hasta julio.

A Macron le quedan más de dos años de mandato, pero algunos de sus rivales han pedido su renuncia. El presidente aseguró en un mensaje televisado a la nación que continuará en el cargo hasta 2027.

En plena crisis política, ¿cuál es el margen de maniobra del que dispone el mandatario de 46 años?

¿Nombrar de nuevo a Barnier?

Nada impide a Macron designar de nuevo a Barnier. En 1962, el entonces presidente Charles de Gaulle nombró de nuevo al primer ministro censurado Georges Pompidou, pero tras nuevas elecciones.

El martes, Barnier, de 73 años, descartó esta posibilidad. "Quiero servir. Les he dicho que es un gran honor. Pero, ¿qué sentido tiene [un nuevo nombramiento como primer ministro]?", dijo a las cadenas TF1 y France 2.

¿Quién suena para ser primer ministro?

François Bayrou, cuyo nombre es citado a menudo por los medios franceses como posible sucesor de Barnier, tenía previsto almorzar con Macron, informaron el diario Le Parisien y otros medios. Bayrou es un veterano político centrista y un estrecho aliado de Macron.

El ministro de Defensa saliente, Sébastien Lecornu, también ha sido citado como posible candidato a primer ministro. Todavía no se sabía nada de una posible reunión de Macron con él.

Tres fuentes dijeron a Reuters el miércoles que Macron pretendía nombrar a un sustituto rápidamente, y una de ellas dijo que quería hacerlo antes de una ceremonia el sábado para reabrir la catedral de Notre-Dame, renovada tras un devastador incendio. El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, es uno de los líderes mundiales que se espera que asistan.

Macron dijo este jueves que anunciará a su elección de primer ministro en los próximos días.

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El próximo primer ministro tendrá por misión "formar un gobierno de interés general que represente a todas las fuerzas políticas de un arco de gobierno que pueda participar en él o, al menos, que se comprometa a no censurarlo", indicó.

Los aliados del propio Macron se unieron al coro que pedía una acción rápida. Tras las elecciones anticipadas de finales de junio y principios de julio, Macron tardó casi dos meses en nombrar a Barnier.

"Le recomiendo que proceda rápidamente al nombramiento de un primer ministro, es importante, no debemos dejar las cosas en el aire", dijo la presidenta de la Asamblea Nacional, Yael Braun-Pivet, a la radio France Inter antes de reunirse con Macron alrededor del mediodía.

¿Un gobierno provisional?

El gobierno de Barnier puede permanecer en funciones para ocuparse de los asuntos cotidianos mientras Macron intenta trazar un camino para salir del embrollo.

Si el Parlamento no ha aprobado un presupuesto para el 20 de diciembre, el gobierno puede proponer una legislación de emergencia que prorrogaría los límites de gasto y las disposiciones fiscales de 2024, a la espera de la instalación de un nuevo gobierno y un nuevo proyecto de presupuesto para 2025.

Los 60,000 millones de euros (63.000 millones de dólares) de ahorro a través de recortes de gastos y subidas de impuestos previstos por el gobierno de Barnier —y bien acogidos por los inversores y las agencias de calificación— se quedarían por el camino.

El partido de Le Pen ha dicho que los hogares estarían mejor en este escenario, algo que el gobierno de Barnier niega. Afirma que más personas acabarán pagando impuestos o impuestos adicionales si los umbrales no pueden ajustarse a la inflación.

Si el Parlamento no ha aprobado el presupuesto de 2025 antes del 20 de diciembre, el Gobierno puede invocar sus poderes constitucionales para aprobarlo por decreto.

Sin embargo, esto sería muy arriesgado, según los juristas, ya que no está claro si un gobierno provisional puede hacer uso de tales poderes. Hacerlo desencadenaría inevitablemente una agitación política.

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¿Apoyarse de nuevo en la derecha?

La designación en septiembre de Barnier fue posible porque su partido conservador Los Republicanos (LR) decidió dejar la oposición y gobernar junto a la alianza centrista en el poder desde 2017.

Pero el líder de LR, Laurent Wauquiez, aseguró el martes ante sus diputados que su "compromiso en septiembre sólo valía para Barnier", según su entorno, dejando entrever nuevas discusiones para entrar en un gobierno.

A dos años y medio de la próxima elección presidencial, a la que no puede optar Macron, los partidos buscan desvincularse del legado de un presidente impopular, pero intentando no aparecer como responsables de la crisis actual.

¿Ampliar los apoyos?

El predecesor de Barnier, el macronista Gabriel Attal, abogó por "un acuerdo de no censura" con LR, pero también con el Partido Socialista, que forma parte de la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP).

El gobierno surgido de este pacto contaría con ministros de la alianza de Macron, según el centroderechista Attal, y podría evitar que su superviviencia dependa del grupo de la ultraderechista Marine Le Pen.

Algunos miembros más a la derecha de la coalición gobernante abogarían en cambio por un "pacto" secreto entre el jefe de Estado y Le Pen, para que esta permitiera la supervivencia de un nuevo gobierno.

El camino más seguro de Macron para nombrar a un nuevo primer ministro capaz de formar gobierno y aprobar un presupuesto antes de fin de año es ceder a las exigencias presupuestarias del partido Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen.

Sin embargo, esto implicaría abandonar los esfuerzos para reducir el enorme déficit presupuestario de Francia de un 6.1% previsto para este año a cerca del 5% en 2025.

¿Virar a la izquierda?

El NFP—formado por socialistas, ecologistas, comunistas y el partido de izquierda radical La Francia Insumisa (LFI)— ganó las legislativas sin mayoría, pero Macron rechazó nombrar como primera ministra a su candidata, la economista Lucie Castets.

Aunque Castets dijo el martes que está "preparada para gobernar", los socialistas abogarían por proponer un pacto de "no censura" con acuerdos puntuales al resto de partidos, salvo la extrema derecha, pero con un gobierno de izquierdas.

Esta apertura, a la que también son favorables los ecologistas, choca con la posición de LFI, que aboga por "aplicar el programa y sólo el programa" del Nuevo Frente Popular, pese a que este escenario implicaría una censura rápida.

El líder de los socialistas, Olivier Faure, rechazó también un gobierno dirigido por el exprimer ministro socialista Bernard Cazeneuve, quien abandonó el partido y rechaza cualquier acuerdo con LFI.

¿Gobierno tecnócrata?

Otra de las posibilidades sería el nombramiento de un gobierno tecnócrata hasta las próximas elecciones legislativas, un recurso utilizado en Italia en varias ocasiones para superar crisis políticas.

Este gobierno se dedicaría a la gestión diaria y a cobrar los impuestos, pero se enfrentaría al escollo en el Parlamento de los presupuestos para 2025, que ya provocaron la caída de Barnier.

"Detrás de lo técnico siempre está la política", resume un líder de la alianza de Macron, rechazando este escenario.

¿Dimisión de Macron?

Cada vez más voces, desde la izquierda pero también de LR, consideran que la única salida a la crisis son la dimisión de Macron y un adelanto de la elección presidencial.

Le Pen dice que una remodelación del gobierno tiene pocas posibilidades de éxito a largo plazo, mientras que una disolución del parlamento no es constitucionalmente posible antes de julio, dejando sólo una opción: Macron dimite.

Sin embargo, la Constitución otorga amplios poderes al presidente en situaciones de crisis. Puede convocar referendos y tiene la posibilidad, ciertamente extrema, de invocar "plenos poderes" de emergencia en virtud del artículo 16, redactado por los fundadores de la V República pensando en tiempos de guerra.

El presidente ha respondido a las peticiones de dimisión comprometiéndose a desempeñar su cargo "con toda mi energía, hasta el último segundo".

"El mandato que ustedes me confiaron democráticamente es un mandato de 5 años y lo ejerceré cabalmente hasta el final", en 2027, afirmó Macron este jueves.

Con información de AFP y Reuters

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