Las olas se desplazaban a casi 800 km/h cuando alcanzaron el máximo de su velocidad. Esto es dos veces más rápido que un tren de alta velocidad.
Más de 35,000 personas murieron en Sri Lanka y 16.389 perdieron la vida en India. En Tailandia hubo 5,000 muertos, la mitad de ellos turistas extranjeros. Además, 3.000 personas fueron declaradas desaparecidas.
Las olas también alcanzaron África, matando a 300 personas en Somalia, y a más de un centenar en Maldivas.
1.5 millones de desplazados
El tsunami implicó el desplazamiento de más de 1,5 millones de personas y movilizó unos 14,000 millones de dólares en ayuda de emergencia de la comunidad internacional, según Naciones Unidas.
Cientos de miles de edificios fueron destruidos y comunidades enteras se quedaron sin hogar.
La localidad indonesia de Banda Aceh, en el extremo norte de Sumatra, tuvo que ser prácticamente reconstruida.
Más de 100,000 casas fueron reconstruidas solo en la provincia indonesia de Aceh, según el gobierno.
Sistemas de alerta
El tsunami también obligó a las comunidades costeras del Índico a rendir cuentas sobre su nivel de preparación frente a tales catástrofes.
En el momento del tsunami no existía ningún sistema de alerta en la región.
Según los expertos, la ausencia de un sistema de alerta coordinado en 2004 agravó el impacto de la catástrofe.
Ahora, unas 1,400 estaciones en el mundo permiten que la alerta de tsunami se envíe tan solo unos minutos después de que este se forme.
Según los especialistas, hoy el mundo está mejor preparado que nunca, gracias a los millones de dólares invertidos en sistemas de alerta por tsunami. Sin embargo, nunca se podrán evitar totalmente las consecuencias de un tsumani de envergadura, advierten.