2024 es ya uno de los años más mortíferos para la aviación comercial

Al menos 179 personas murieron cuando un modelo Boeing de la aerolínea Jeju Air salió de la pista en el Aeropuerto Internacional de Muan Muan, en Corea del Sur, este fin de semana.

Unos días antes, un avión Embraer 190 fue desviado de su ruta de Bakú, Azerbaiyán, a Gozni, en Rusia, y derribado por “objetos externos”, según el gobierno azerbaiyaní. La aeronave cayó en las cercanías de Kazajistán y causó la muerte de 38 personas.

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“Hoy podemos decir claramente que el avión fue derribado por Rusia”, señaló el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, el domingo. Y advirtió que una vaga disculpa por parte de Vladimir Putin no bastaría para preservar las relaciones amistosas entre ambas naciones.

Lo cierto es que con estas últimas dos catástrofes aéreas, 2024 se perfila a cerrar con 318 muertes en vuelos comerciales. La cifra más alta desde 2018, cuando fallecieron 526 personas.

Ese año fue marcado por el primer accidente del Boeing 737 Max, cuando una de estas unidades cayó al Mar de Java, poco después de despegar de Yakarta, Indonesia. Las 189 personas perdieron la vida y desencadenó una investigación internacional sobre la seguridad de este modelo.

Ahora, Boeing vuelve a estar en la mira. Tras el accidente de este 29 de diciembre, el presidente surcoreano interino, Choi Sang-mok ordenó una inspección de seguridad de emergencia en toda la operación aérea y, en específico, de los Boeing 737-800.

Cabe recordar que este mismo modelo protagonizó un accidente en 2018, cuando el vuelo 972 de Cubana de Aviación se estrelló poco después de despegar del Aeropuerto Internacional de La Habana, causando la muerte de 112 personas. Las investigaciones apuntaron a fallas mecánicas y errores humanos como las principales causas del siniestro.

2024 y 2018 son dos años muy malos para la industria en cuanto a pérdidas humanas. Pero según datos recopilados por Cirium y analizados por Bloomberg, 2014 fue el año más mortífero, con 945 muertos en accidentes aéreos.