El Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil condenó por su parte el "trato degradante" a los brasileños después de que inmigrantes de ese país denunciaron malos tratos al ser esposados en un vuelo comercial de deportación.
El uso de aviones militares estadounidenses para realizar vuelos de deportación es parte de la respuesta del Pentágono a la declaración de emergencia nacional sobre inmigración que hizo Trump el lunes.
Aviones militares estadounidenses realizaron el viernes dos vuelos similares, cada uno con unos 80 migrantes, a Guatemala.
La reacción de Donald Trump
En respuesta, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que impondrá medidas de represalia a Colombia, incluidos aranceles, sanciones y prohibiciones de viaje, después de que el país sudamericano rechazó los dos aviones militares estadounidenses.
Trump señaló que la acción del presidente colombiano pone en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos y ordenó a su administración que tome medidas de represalia.
Entre ellas, la imposición de aranceles de emergencia del 25% a todos los bienes colombianos que lleguen a Estados Unidos, y que subirán al 50% en una semana; la prohibición de viajar y la revocación de visas a funcionarios del Gobierno colombiano; la imposición total de sanciones de emergencia al Tesoro, bancarias y financieras y la intensificación de las inspecciones fronterizas a los ciudadanos de Colombia.
"Estas medidas son sólo el principio", escribió Trump en su red Social Truth. "¡No permitiremos que el Gobierno colombiano viole sus obligaciones legales con respecto a la aceptación y el retorno de los Criminales que forzaron a entrar en Estados Unidos!".
Colombia, el tercer socio comercial más importante de Estados Unidos en América Latina, respondió con rapidez, amenazando con un arancel del 50% sobre los productos estadounidenses.
"A Estados Unidos ya no se le mentirá ni se aprovecharán de él", dijo el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, en un comunicado, en el que reveló que Petro aprobó los vuelos, pero luego canceló su autorización cuando los aviones estaban en el aire.
Un funcionario estadounidense, hablando bajo condición de anonimato, dijo que el avión militar había partido de California y estaba en ruta a Colombia cuando Bogotá canceló los permisos para aterrizar.
El Departamento de Estado suspendió el procesamiento de visas estadounidenses en su embajada de Bogotá, en respuesta a la posición de Petro sobre las repatriaciones de migrantes en vuelos militares.
El mandatario estadounidense declaró la inmigración ilegal una emergencia nacional e impuso una amplia ofensiva desde que asumió el cargo el pasado 20 de enero, ordenando al ejército ayudar con la seguridad fronteriza, emitiendo una amplia prohibición del asilo y tomando medidas para restringir la ciudadanía a los niños nacidos en suelo estadounidense.
Repercusiones económicas
Las medidas de Trump amenazan con golpear con fuerza la economía colombiana, la cuarta más grande de América Latina. Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones colombianas de productos como petróleo, carbón, café y flores.
"La situación es preocupante", dijo a Reuters una fuente del sector cafetero que pidió no ser identificada.
Petro afirmó que, aunque 15,660 estadounidenses se encuentran en Colombia de manera irregular jamás ordenaría una redada para devolverlos esposados a su país.
Estados Unidos es el principal socio comercial de Colombia, en gran parte debido a un acuerdo de libre comercio del 2006, con un comercio bilateral de 33,800 millones de dólares en el 2023 y un superávit comercial estadounidense poco común de 1,600 millones de dólares, según datos oficiales.
La postura de México
La decisión de Colombia sigue a otra similar en México, que también rechazó la semana pasada una solicitud para permitir que un avión militar estadounidense aterrizara con migrantes en su territorio.
Trump no tomó medidas similares contra México, el mayor socio comercial de Washington, pero dijo que estaba analizando imponer aranceles del 25% a las importaciones de Canadá y México el 1 de febrero para forzar más acciones contra los inmigrantes ilegales y el fentanilo que fluye hacia Estados Unidos.
Sin embargo, México recibió cuatro vuelos con migrantes deportados desde Estados Unidos el 23 de enero, lo que estableció un récord, según dijo Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, en su cuenta de X.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) mencionó en esta red social que México acepta la llegada de sus connacionales deportados, asegurando que se mantiene el compromiso de respetar las soberanías y los acuerdos bilaterales entre ambas naciones.
La SRE aclaró que la relación con Estados Unidos es muy buena y que México siempre estará dispuesto a recibir a sus ciudadanos deportados y continuará trabajando con el gobierno estadounidense para garantizar procedimientos ordenados y respetuosos hacia los derechos humanos.
A medida que la región enfrenta una creciente presión migratoria y políticas más restrictivas, los gobiernos latinoamericanos buscan no solo proteger a sus ciudadanos en el extranjero, sino también redefinir la narrativa sobre la migración en el ámbito internacional.
Con información de Reuters.