En respuesta, el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, calificó el aplazamiento como una "violación total" del acuerdo de alto el fuego y ordenó al ejército israelí prepararse "para todos los escenarios", lo que genera incertidumbre sobre el futuro de la tregua.
La tregua entre ambos bandos, que comenzó el 19 de enero, contempla varias fases, incluyendo la liberación de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos. Esta semana, Israel completó su retirada del corredor Netzarim , un paso clave del acuerdo, permitiendo el paso libre de vehículos en la Franja de Gaza y el regreso de palestinos desplazados.
El acuerdo de alto el fuego también ha estado marcado por tensiones, especialmente por la falta de compromiso de las partes en cumplir con los plazos y condiciones establecidas. Tras el último canje de prisioneros, en el que tres rehenes israelíes fueron liberados a cambio de 183 palestinos, las negociaciones continúan. Sin embargo, Hamás advirtió que cualquier incumplimiento por parte de Israel podría poner en riesgo el futuro de la tregua.
En el marco de la tregua, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, envió una delegación a Catar para continuar las negociaciones sobre el futuro del alto el fuego tras un nuevo canje de prisioneros el sábado 8 de febrero.
Un miembro del comité político de Hamás, Basem Naim, afirmó por su lado a AFP que la "falta de compromiso" de Israel en la primera fase de la tregua amenazaba el alto el fuego en Gaza. El responsable recalcó que Hamás sigue "dispuesto" a retomar las conversaciones para la segunda fase de la tregua, que debía empezar el 27 de enero.