"Río de hierro"
"Estos fabricantes saben que venden productos peligrosos a comerciantes deshonestos que luego las revenden a testaferros que trabajan para los cárteles", alegó la abogada de México Catherine Stetson.
"Se trata de un río de hierro que bombea hasta medio millón de armas, o más, cada año a México", dijo por su parte el asesor jurídico de la Cancillería mexicana, Pablo Arrocha, en un comunicado.
"Los fabricantes de armas estadounidenses, así como los distribuidores y los vendedores, alimentan este río, con pleno conocimiento de causa", denunció.
"Para frenar a los cárteles, es imperante cortar el suministro de sus armas de fuego" zanjó.
Presión con aranceles
La vista de la Corte Suprema coincide con la entrada en vigor de los aranceles del 25% a los productos mexicanos que entran al mercado estadounidense, un arma que blande la administración de Donald Trump para presionar a las autoridades mexicanas a que luchen contra el tráfico de droga.
En particular contra el fentanilo, un poderoso opioide sintético que mata a miles de personas cada año en Estados Unidos.
Trump declaró recientemente como grupos terroristas a seis cárteles mexicanos de la droga, entre ellos el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, en un intento de forzar a las autoridades mexicanas, acusadas de connivencia, a luchar contra sus actividades ilícitas.
La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum, que niega de plano dichas acusaciones, amenazó recientemente a los fabricantes de armas de ampliar las acciones legales para acusarlos de "complicidad" con grupos terroristas.