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El gobierno de Trump resta importancia a la filtración de un chat militar

Los miembros del gabinete de inteligencia estadounidense niegan que se discutiera información confidencial en el grupo de Signal en el que se incluyó a un periodista por error.
mar 25 marzo 2025 01:04 PM
El director de la CIA, John Ratcliffe, y la directora de Inteligencia Nacional (DNI), Tulsi Gabbard, se van después de testificar ante una audiencia del Comité de Inteligencia del Senado sobre amenazas mundiales, en el Capitolio en Washington, D.C., EE. UU., el 25 de marzo de 2025.
La directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, y el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Ratcliffe, comparecieron ante el Senado.

El presidente Donald Trump y miembros de su gabinete de inteligencia desestimaron este martes la importancia de la filtración de un chat de Signal, donde altos funcionarios discutían los planes militares de Estados Unidos en Yemen.

Trump reiteró su apoyo a su asesor de Seguridad Nacional, Michael Waltz, a quien calificó de un buen hombre y aseguró que aprendió la lección. También restó importancia al hecho. Waltz incluyó a un periodista de forma accidental en una discusión en la aplicación de mensajería Signal sobre planes de guerra altamente sensibles.

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“Es el único fallo en dos meses, y resultó no ser grave”, dijo el mandatario en una entrevista con NBC News.

En una comparecencia en el Senado, la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, y el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Ratcliffe, negaron que se discutiera información clasificada en el grupo de Signal, del que ambos formaban parte.

“Mi entendimiento es que cualquier información que el secretario de Defensa (Pete Hegseth) compartiera, no estaba clasificada”, dijo Ratcliffe ante las preguntas de los miembros del Comité de Inteligencia de la Cámara Alta.

"Si este fuera el caso de un oficial militar o uno de inteligencia, y tuvieran este tipo de comportamiento, serían despedidos", dijo el senador Marca R. Warner, de Virginia, el principal demócrata del comité, en sus comentarios de apertura.

Gabbard, por su parte, se negó a declarar si usó su teléfono privado o su teléfono oficial para participar en el chat, en el que se incluyo por error al director de la revista The Atlantic.

El director de la CIA respondió en varias ocasiones que no recordaba información contenida en las conversaciones, como como las opiniones del vicepresidente JD Vance sobre la pertinencia del ataque o las preferencias del secretario de Defensa, Pete Hegseth, acerca del tiempo en el que se deberían lanzar los ataques.

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Jeffrey Goldberg, editor en jefe de The Atlantic, dijo en un artículo el lunes que Waltz lo agregó de manera inesperada el 13 de marzo a un grupo de chat encriptado en Signal que coordinaba la acción de Estados Unidos contra los Hutíes, un grupo rebelde yemení, por sus ataques contra el transporte marítimo en el mar Rojo.

En el artículo, el periodista detalla los mensajes recibidos, día a día, desde la puesta en marcha del plan hasta los ataques llevados a cabo el 15 de marzo contra los rebeldes yemeníes, pasando por las reticencias del vicepresidente.

Goldberg afirma haber visto un plan de ataque detallado, con información sobre los objetivos y el desarrollo de la operación, que no reprodujo, en nombre de la seguridad nacional.

Hegseth, cuya nominación al Pentágono fue muy cuestionada, negó la veracidad del reporte de The Atlantic y descalificó al periodista.

"Hablan de un supuesto periodista insidioso y muy desacreditado que ha hecho profesión difundiendo bulos", acusó Hegseth el lunes. "Nadie envió ningún plan de guerra y eso es todo lo que tengo que decir", añadió.

El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Brian Hughes, dijo que el grupo de chat parecía ser auténtico. La Casa Blanca afirmó que investiga cómo se añadió el número de Goldberg al hilo.

Los demócratas y algunos republicanos pidieron investigar lo que parece una importante brecha de seguridad. Se supone que la información clasificada y sensible no debe compartirse en aplicaciones comerciales de telefonía móvil, y los números desconocidos, como el de Goldberg, no deberían incluirse.

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Signal, ¿una operación segura para los gobiernos?

Meredith Whittaker, presidenta de Signal, no se refirió directamente al error. Pero describió la aplicación como el "estándar de oro en las comunicaciones privadas" en un post en X, que describía las ventajas de seguridad de la app sobre la aplicación de mensajería WhatsApp, de Meta.

"Somos de código abierto, sin ánimo de lucro, y desarrollamos y aplicamos (cifrado de extremo a extremo) y tecnología de preservación de la privacidad en todo nuestro sistema para proteger los metadatos y el contenido de los mensajes", afirmó.

Signal ganó popularidad, no sólo entre los disidentes preocupados por la privacidad, sino también con funcionarios, legisladores, generales y líderes empresariales. Incluso antes de que la aplicación se convirtiera en un tema de conversación nacional, estaba arrasando en la capital.

El Departamento de Eficiencia Gubernamental de Musk coordina su trabajo de reducción de gastos públicos a través de Signal, según informan el New York Times y el Wall Street Journal.

Signal también es usada para evitar la vigilancia del DOGE. Tres empleados recientemente despedidos dijeron a Reuters que sus colegas se apresuran a descargar la aplicación.

Algunos gobiernos ya bendijeron oficialmente el uso de Signal. En 2020, la Comisión Europea dijo a su personal que usara Signal, añadiendo que su orientación se aplicaba a la "mensajería instantánea pública”.

Las autoridades estadounidenses no han sido tan explícitas pero, en unas directrices publicadas a finales del año pasado, la Agencia de Ciberseguridad y Seguridad de las Infraestructuras instó a los altos cargos de la Administración a cambiar inmediatamente a aplicaciones de comunicaciones cifradas de extremo a extremo, entre las que destaca Signal.

El Senado de Estados Unidos aprobó hace tiempo el uso de Signal por parte del personal legislativo.

Con información de Reuters

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