La Fiscalía solicitó el arresto de Pacheco, quien en 2023 encabezó una de las organizaciones que convocaron protestas contra Porras. El portavoz del Ministerio Público, Moisés Ortiz, confirmó que se le acusa de “asociación ilícita, instigación a delinquir, terrorismo, obstaculización a la acción penal y obstrucción de justicia”.
Pacheco fue detenido junto a otra persona, también acusada de los mismos delitos, y trasladado a los tribunales de la capital para una audiencia inicial.
“Aquí estoy con la frente en alto, tranquilo, triste, sí, eso sí les digo. Indignado también”, declaró el viceministro, quien rechazó todos los cargos y aseguró que goza de inmunidad.
El presidente Bernardo Arévalo, quien asumió el poder en enero de este año tras un proceso electoral ampliamente cuestionado por el Ministerio Público, reaccionó en rueda de prensa.
“La orden de captura contra Luis Pacheco [...] es un acto de criminalización de la resistencia democrática y pacífica que tuvo lugar en ese momento”, afirmó. “Es un ataque contra la lucha de resistencia que hizo el pueblo de Guatemala en el 2023 para evitar que estas redes político-criminales que hoy permanecen agazapadas en el Ministerio Público se robaran las elecciones y burlaran la voluntad popular”, añadió.
Entre octubre de 2023 y enero de 2024, miles de guatemaltecos se manifestaron para exigir la renuncia de la fiscal general y para defender la legitimidad del triunfo electoral de Arévalo.
Las protestas incluyeron bloqueos de carreteras y movilizaciones en todo el país. Durante ese periodo, organizaciones sociales y liderazgos indígenas denunciaron intentos sistemáticos de deslegitimar el proceso electoral.
Porras, quien dirige el Ministerio Público desde 2018 y fue reelegida en 2022 por el expresidente Alejandro Giammattei, es señalada de obstaculizar investigaciones anticorrupción y de favorecer intereses políticos. La fiscal general enfrenta sanciones internacionales: Estados Unidos y la Unión Europea la califican como una figura “corrupta” y “antidemocrática”.
El arresto de Pacheco reavivó la exigencia del presidente Arévalo de remover a la fiscal general. Aunque su mandato se extiende hasta mayo de 2026, el mandatario no cuenta con las facultades legales para destituirla.
“Tienen ustedes (diputados) en sus manos la posibilidad de impedir que esta gavilla de criminales siga actuando impunemente”, declaró Arévalo, al pedir al Congreso que apruebe la iniciativa presentada en 2023 para recuperar esa potestad.