Sin embargo, ante las amenazas de aranceles de Trump a Canadá y México, Trudeau y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no coordinaron sus respuestas. Mientras en Palacio Nacional se optó por una estrategia de conciliación, en Ottawa se decidió por represalias comerciales.
Con Carney, por lo menos en las primeras semanas de su gobierno interino, la comunicación entre los dos socios es más estrecha.
México y Canadá son afectados por los aranceles impuestos por Trump a todas las importaciones de acero y aluminio. Los dos países son los principales proveedores de estos materiales para Estados Unidos.
El premier canadiense conversó el 1 de abril con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, sobre el plan de Canadá para "combatir las medidas comerciales injustificadas" de Estados Unidos, informó la oficina del premier.
"Con los tiempos difíciles que se avecinan, el primer ministro Carney y la presidenta Sheinbaum enfatizaron la importancia de salvaguardar la competitividad de América del Norte, respetando la soberanía de cada nación", declaró la oficina de Carney en un comunicado.
En su conferencia de prensa del día siguiente, Sheinbaum dijo que habló con Carney sobre la importancia de fortalecer el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). También indicó que ambos estuvieron de acuerdo en mantener comunicación con el gobierno estadounidense.