"Esta idea de que 'si son buenos van a regresar,' no es así como lo mencionan, así con tan poquitas palabras. Es todo un proceso que hay. Por ejemplo, yo puedo ser una excelente persona y yo me autodeporto, pero duré más de 365 días, en lo que son peras o manzanas, yo ya tengo un castigo de 10 años", dijo.
Las personas que salgan voluntariamente de Estados Unidos y busquen regresar al país después, ya sea como turistas o por negocios, tendrán que demostrar que sus circunstancias de vida cambiaron en su lugar de origen, pero aún así, será necesario que esperen por varios años para intentarlo.
"Supongamos que fui bueno un año y mis circunstancias de vida cambiaron y yo trato de solicitar una visa, al momento de que el oficial del consulado americano vea que ya he vivido más tiempo en Estados Unidos que en México, probablemente eso sea suficiente para negarme la visa", ejemplificó el abogado.
¿En qué casos es mejor la autodeportación y en cuáles no?
El abogado recomienda la autodeportación si un migrante cuenta con propiedades en Estados Unidos, pues este trámite le da tiempo para poner en orden este tipo de asunto, ya sea con la venta de los bienes o con la cesión de estos para algún miembro de la familia con residencia legal en Estados Unidos, a diferencia de lo que pasaría con una detención por parte de las autoridades migratorias.
También señala que es una buena opción para quienes vivan en indigencia o circunstancias similares, pues esto les permitiría tener recursos para regresar a su país de origen y, quizás, poder reunirse con sus familiares, con la ayuda de las autoridades consulares de su país de origen.
Sin embargo, en el caso de inmigrantes que tengan hijos ciudadanos de Estados Unidos, Ochoa Corona sugiere que es mejor intentar otro tipo de trámites.
“El proceso que sería viable es un ajuste de estatus, una petición por parte de tu hijo ciudadano americano hacia ti, en el cual se puede complementar con un formulario que puede exentar el tema de la presencia física”, explica.
Con información de AFP