Enfrentará también una de las tasas de natalidad más bajas del mundo y la creciente beligerancia de Corea del Norte con su arsenal militar en constante expansión.
Pero, según los expertos, los votantes esperan, sobre todo, que esta votación sirva para pasar página de la fallida ley marcial de Yoon, que dejó a Corea del Sur sin líder durante los primeros meses del gobierno del estadounidense Donald Trump.
Estados Unidos felicitó a Lee por su triunfo en las elecciones.
“Estados Unidos y la República de Corea comparten un compromiso férreo con la Alianza basado en nuestro Tratado de Defensa Mutua, valores compartidos y profundos lazos económicos. También estamos modernizando la Alianza para satisfacer las demandas del entorno estratégico actual y abordar los nuevos desafíos económicos”, indicó el Departamento de Estado en un comunicado.
La cuarta economía asiática atraviesa un periodo de inestabilidad política desde principios de diciembre, cuando el conservador Yoon declaró por unas horas la ley marcial y envió al ejército a la Asamblea Nacional, dominada por la oposición.
"Nunca más se utilizarán las armas (...) para intimidar al pueblo como parte de un golpe militar", declaró Lee el miércoles.
El decreto de ley marcial de Yoon y los seis meses de agitación subsiguientes, en los que hubo tres presidentes diferentes en funciones y múltiples juicios por insurrección criminal contra Yoon y varios altos cargos, supusieron una asombrosa autodestrucción política para el exmandatario y entregaron de hecho la presidencia a su principal rival.
El país de 52 millones de habitantes, que pasó a un régimen democrático en 1987, quedó fuertemente polarizado por la crisis política de la ley marcial.
"Las encuestas indican que la elección es considerada como un referendo sobre el gobierno anterior", comentó a AFP Kang Joo-hyun, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Mujeres Sookmyung.
La noche en que se declaró la ley marcial, el exabogado Lee Jae-myung transmitió en directo su carrera frenética hacia el Parlamento, rodeado por el ejército, donde logró colarse junto con casi otros 200 diputados para votar una moción que frustró la iniciativa de Yoon.
Su rival, Kim Moon-soo, un exdirigente sindical que se pasó de bando, rechazó disculparse en nombre de su partido un día después de la debacle en el Parlamento.
Con información de AFP y Reuters