Hegseth añadió que el despliegue de los 4,000 efectivos de la Guardia Nacional y los 700 infantes de marina era legal y constitucional.
La decisión de Trump de enviar tropas de la Guardia Nacional y a la infantería de Marina a Los Ángeles ha desatado un debate nacional sobre el uso de militares en suelo estadounidense y ha enfrentado al presidente republicano con el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom.
Trump ha afirmado que el despliegue evitó que la violencia se descontrolara, algo que Newsom y otros funcionarios locales dijeron que era lo contrario de la verdad.
"Este descarado abuso de poder por parte de un presidente inflamó una situación combustible, poniendo en riesgo a nuestra gente, a nuestros oficiales e incluso a nuestra Guardia Nacional. Fue entonces cuando comenzó la espiral descendente", dijo Newsom en un discurso grabado en video el martes.
"Volvió a elegir la escalada. Eligió más fuerza. Eligió la teatralidad en lugar de la seguridad pública (...) La democracia está en peligro", agregó.
Newsom, de quien se espera que presente su candidatura presidencial en 2028, demandó a Trump y al Departamento de Defensa el lunes, tratando de bloquear el despliegue de tropas federales. El mandatario insinuó a su vez que Newsom debería ser arrestado.
Cientos de infantes de Marina llegaron a la zona de Los Ángeles el martes por orden de Trump, que también envió a 4,000 efectivos de la Guardia Nacional a la ciudad. Los marines y la Guardia Nacional están destinados a proteger al personal y los edificios del Gobierno y no tienen autoridad para arrestar.
Unos 700 infantes de Marina se encontraban el martes en una zona de reagrupamiento en el área de Seal Beach, a unos 50 kilómetros al sur de Los Ángeles, a la espera de ser desplegados en lugares específicos, dijo un funcionario estadounidense.