El jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Grossi, dijo esta semana que Irán había informado al OIEA el 13 de junio -el primer día de los ataques israelíes- de que tomaría "medidas especiales" para proteger sus materiales y equipos nucleares.
"No entraron en detalles sobre lo que significaba, pero claramente ese era el significado implícito, por lo que podemos imaginar que el material está ahí", dijo Grossi en una rueda de prensa el miércoles con miembros del gobierno austriaco.
"Así que para eso, para confirmar, para toda la situación, evaluación, necesitamos que vuelvan (los inspectores del OIEA a las instalaciones nucleares de Irán)".
Grossi dijo que garantizar la reanudación de las inspecciones del OIEA era su máxima prioridad, ya que no ha habido ninguna desde que comenzaron los bombardeos, aunque el Parlamento iraní aprobó el miércoles medidas para suspender las inspecciones.
El OIEA necesita determinar cuánto queda de las reservas iraníes de uranio enriquecido hasta el 60% de pureza, un nivel que se acerca al 90% de grado armamentístico.
El enriquecimiento de uranio tiene aplicaciones tanto civiles como militares. Irán siempre ha negado que busque armas nucleares y afirma que su programa nuclear tiene fines exclusivamente pacíficos.
El OIEA afirma que ningún otro país ha enriquecido uranio a un nivel tan alto sin producir armas nucleares, y las potencias occidentales dicen que no hay justificación civil para ello.