Frías indica que políticas parecidas se llevan a cabo en otros países, como México, por negociaciones “a veces un poco forzadas” con Washington. Uno de los acuerdos alcanzados de esta forma es el envío de más efectivos de la Guardia Nacional a la frontera entre México y Guatemala.
"En otros países, los programas que estaban diseñados para disminuir los riesgos de tránsito de armas o de drogas también han aumentado en términos de presupuesto y capacidad, pero no se han enfocado exclusivamente en estos temas, sino que también se han utilizado para controlar a la población en movimiento", dice Frías.
Este tipo de medidas ha provocado una militarización del control fronterizo, aun cuando estos agentes de seguridad no cuentan con la capacitación para atender a la población migrante.
"Muchas veces las facciones militares perciben a estos grupos como negativos y la respuesta hacia ellos también es negativa", explica.
Migrantes sin opciones
Además de las medidas de disuasión, desde hace seis meses el gobierno estadounidense cerró las principales vías para solicitar asilo y protección. Por ejemplo, el cierre de la aplicación CBP One dejó sin acceso a miles de solicitantes de asilo en Estados Unidos.
"Las personas, de un día para otro, se quedan sin alternativas. Quienes habían estado caminando, migrando, y habían sido víctimas de múltiples actos de violencia por distintos actores a lo largo del camino, de pronto ya no tienen oportunidad de ir a buscar una mejor vida", dijo Frías durante la conferencia de prensa.
Por ello, muchos buscan otras alternativas, como permanecer en México —en las periferias de urbes como Ciudad de México, Monterrey o Guadalajara— o viajar a otros países como Costa Rica, Colombia o Chile.
"Muchas personas no tienen esa oportunidad, ni de quedarse en México ni de ir a su país; para muchas de ellas, regresar a su país representa una sentencia de muerte", indica.
Es el caso de migrantes provenientes de El Salvador, Honduras, Nicaragua o Haití.
Además, algunos migrantes no cuentan siquiera con la documentación necesaria para regresar a su país de origen, como ocurre con muchos de los que salieron de Venezuela.