"Mis ojos no dejaban de buscar los puntos de referencia que había perdido, pero nada parecía igual, ni siquiera las casas de los vecinos estaban allí", dijo.
"A pesar del cansancio y el miedo, sentí que volvía a mi lugar seguro. Echaba de menos el olor de mi hogar, aunque ahora solo sean escombros. Montaremos una tienda de campaña junto a él y esperaremos a que lo reconstruyan", añadió.
“Una tregua a largo plazo”
A pesar del aparente avance en las negociaciones, los mediadores aún enfrentan la difícil tarea de garantizar una solución política a largo plazo que permita que Hamás entregue sus armas.
Una fuente del movimiento islamista cercana a las negociaciones, que habló bajo condición de anonimato, declaró que Hamás "no participará" en el gobierno durante la fase de transición, pero el desarme sigue siendo un tema pendiente.
"Hamás acepta una tregua a largo plazo y que sus armas no se utilicen en absoluto durante este periodo, excepto en caso de un ataque israelí contra Gaza", agregó.
Según el plan de Trump, a medida que Israel lleve a cabo una retirada parcial de Gaza, será reemplazado por una fuerza multinacional coordinada por un centro de mando liderado por Estados Unidos en Israel.
La guerra en Gaza estalló tras el ataque de Hamás de octubre de 2023, que resultó en la muerte de 1,219 personas en Israel, en su mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
La ofensiva israelí lanzada en respuesta mató a al menos 67,682 personas, según cifras del Ministerio de Salud del territorio, que la ONU consideran creíbles.