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Benjamin Netanyahu, ¿el gran ganador del acuerdo en Gaza?

El primer ministro de Israel podría ser el principal beneficiario del alto al fuego entre su país y Hamás, después de dos años de una operación que dejó destrozado el enclave palestino.
mié 15 octubre 2025 05:55 AM
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, habla durante una conferencia de prensa conjunta con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump (no en la foto) en el comedor estatal de la Casa Blanca en Washington, D.C., EE. UU., el 29 de septiembre de 2025.
Durante mucho tiempo, la mayoría de los israelíes habían pedido que el primer ministro Benjamin Netanyahu diera prioridad a su liberación. (FOTO: Jonathan Ernst/REUTERS)

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que su país logró "enormes victorias" en la guerra contra Hamás en Gaza, pero advirtió que "la lucha no ha terminado”. Pero quizás, el mayor ganador de este acuerdo sea él mismo.

"Juntos hemos logrado inmensas victorias, victorias que han sorprendido al mundo entero. Y quiero decirles: en todos los lugares donde combatimos, obtuvimos la victoria, pero al mismo tiempo, debo decirles que la lucha no ha terminado", afirmó el primer ministro en un discurso al país.

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El acuerdo de tregua entre Israel y Hamás, que entró en vigor el viernes, permitió la liberación de los últimos rehenes —vivos y muertos— que quedaban en Gaza por casi 2,000 palestinos recluidos en cárceles israelíes, entre ellos 250 presos "por motivos de seguridad nacional”. La mayoría de estos detenidos no tiene una acusación formal en su contra.

Una victoria interna

Hasta hace una semana, Netanyahu enfrentaba una enorme presión interna.

Durante mucho tiempo, la mayoría de los israelíes habían pedido que Netanyahu diera prioridad a la liberación de los rehenes mediante un acuerdo que pusiera fin a la guerra, según mostraban las encuestas.

El 17 y 26 de agosto cientos de miles de israelíes se unieron a huelgas a nivel nacional exigiendo un acuerdo para traer a los rehenes de vuelta a Israel, aunque los palestinos y su destino no eran motivo de preocupación.

Pero Netanyahu acusó a los manifestantes de “endurecer la postura de Hamás”, mientras que sus críticos lo señalaban a él por prolongar el conflicto para apaciguar a sus aliados de extrema derecha de cuyo apoyo depende para mantenerse en el poder.

El líder israelí ha gobernado el país por más de 18 años en distintos periodos, algo que ninguna otra persona había hecho. De acuerdo con un reportaje de The New York Times, basado en entrevistas con funcionarios israelíes y árabes, así como documentos, el jefe de gobierno buscó prolongar la guerra para aferrarse al poder.

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“Netanyahu ha cometido muchísimas atrocidades con el fin de quedarse en el poder. Llegó a un punto donde incluso su propia población estaba en contra”, dijo Talya Iscan, académica de la escuela de Gobierno y Economía de la Universidad Panamericana (UP), a Expansión.

Antes de los ataques del 7 de octubre de 2023, la imagen del líder ya estaba debilitada, debido a los casos de corrupción que enfrentaba y a una reforma judicial que fue criticada incluso por Estados Unidos, su principal aliado internacional.

Sin embargo, el acuerdo con Hamás y, principalmente, la liberación de los rehenes retenidos en la Franja de Gaza, le dan un nuevo respiro.

El primer ministro israelí “podría lavarse las manos, diciendo también, posicionándose como el líder o el primer líder que terminó la guerra entre Hamas e Israel”, dice la académica.

Esto podría mejorar su imagen al nivel interno para unas eventuales elecciones, aunque las encuestas muestran que muchos votantes preferirían opciones diferentes al Likud, el partido de derecha del que Netanyahu es líder.

“Un alto el fuego podría comprarle dos meses de respiro de la creciente oposición en las calles de Israel y en las capitales extranjeras”, de acuerdo con el International Crisis Group.

Una incógnita que queda es saber qué pasará con las acusaciones que pesan contra Netanyahu después de la liberación de los rehenes.

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El primer ministro enfrenta acusaciones por tres casos distintos de corrupción. En uno de ellos, Netanyahu y su esposa están señalados de aceptar más de 260.000 dólares en bienes de lujo como cigarros, joyería y champán de multimillonarios a cambio de favores políticos.

El lunes, en un mensaje ante el Parlamento israelí, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidió indultar a Netanyahu.

"Cigarros y champán, ¿a quién le preocupa eso?", bromeó Trump ante los parlamentarios. "Tengo una idea, señor presidente", dijo a su homólogo israelí Isaac Herzog. "¿Por qué no le da un indulto?", agregó.

Además del escándalo de los regalos, Netanyahu está acusado de negociar una cobertura más favorable de dos medios israelíes en los otros casos.

Un lavado de cara internacional

Netanyahu no solo enfrenta un deterioro de su imagen interna, sino también al exterior de Israel. Él y el exministro de Defensa, Yoav Gallant, enfrentan cargos ante la Corte Penal Internacional por la comisión de delitos contra la humanidad.

“Demasiadas vidas han sido destrozadas en la ausencia de un acuerdo que debía haberse sellado hace tiempo”, indicó The International Crisis Group en un comunicado publicado a inicios de septiembre.

Ese mes, además, un comité de investigación de la Organización de las Naciones Unidas señaló que Israel comete un genocidio en la Franja de Gaza, y que Netanyahu no solo lo había permitido, sino que había alentado este tipo de conductas.

“En la narrativa, al mismo tiempo que bombardeaba Gaza, Netanyahu, durante toda la semana, estaba diciendo que quería la paz, que estaba de acuerdo con el acuerdo de Trump, es un giro, es un cambio bastante radical que sí podría cambiar la percepción interna e incluso internacional”, dice Iscan.

Netanyahu, de acuerdo con la especialista, podría lavarse las manos y posicionarse ante el público como el primer líder que logró terminar la guerra entre Hamás e Israel.

Aún un indeseable para algunos

Netanyahu, sin embargo, sigue siendo considerado un indeseable para buena parte de la comunidad internacional, especialmente para varios países árabes. Como ejemplo, está lo sucedido el lunes previo a una cumbre sobre Gaza en Sharm El Sheij, Egipto.

En una llamada sorpresa a tres bandas mientras estaba en Israel, Trump presionó al presidente de Egipto, Abdel Fatah Al Sisi, para que invitara al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a la cumbre, creando problemas para los dirigentes que esperaban en Egipto y cuyos gobiernos no tienen relaciones con Israel.

De acuerdo con una fuente diplomática citada por la agencia AFP, Al Sisi solo accedió a la llamada para quedar como "el alumno estrella”.

Los diplomáticos declararon que varios asistentes se molestaron ante la idea de codearse con Netanyahu, quien es objeto de una orden de detención de la CPI por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.

Turquía, apoyada en particular por Irak, presionó para impedir que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu asistiera a la cumbre sobre Gaza en Sharm el-Sheij, dijo el lunes a la AFP una fuente diplomática turca.

"Por iniciativa del presidente [Recep Tayyip] Erdogan y gracias a los esfuerzos diplomáticos de Turquía, con el apoyo de otros dirigentes, Netanyahu no asistirá a la reunión en Egipto", declaró esta fuente a la AFP.

Tras anunciar su asistencia a la cumbre por la mañana, el primer ministro israelí la canceló argumentando que la reunión comenzaría a la misma vez que una festividad judía.

Irak también se negó a participar en la cumbre sobre el futuro de Gaza en presencia del responsable israelí, afirmó Ali al Musawi, asesor del primer ministro iraquí.

"La delegación iraquí informó a la parte egipcia de que no estaba dispuesta a participar en la cumbre regional si Netanyahu asistía a ella", declaró este responsable a la AFP.

El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó este martes que el acuerdo de tregua alcanzado entre Israel y Hamás "no puede significar el olvido" y que las personas que han sido "actores principales del genocidio" en Gaza deberían responder ante la justicia.

España, una de las voces europeas más críticas con la actuación israelí en Gaza, ya anunció en septiembre que la Fiscalía investigará las "graves violaciones" de derechos humanos cometidas en la Franja de Gaza para cooperar con la CPI.

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