"Manténganse a salvo, Jamaica", publicó en X el velocista olímpico Usain Bolt, una de las figuras más famosas del país.
Ishack Wilmot, que se refugió con su familia en Kingston, dijo a la AFP que por ahora estaban a salvo, pero que habían perdido el suministro de electricidad y agua durante la noche.
"Los vientos son fuertes", dijo. "Aunque estamos lejos del ojo (del huracán), sigue siendo muy intenso y ruidoso".
A cámara lenta
Se prevé que Melissa alcance Cuba el martes por la noche.
El Consejo de Defensa Nacional declaró la "fase de alarma" en las seis provincias del este (Santiago de Cuba, Guantánamo, Holguín, Camagüey, Granma y Las Tunas).
Las autoridades empezaron a evacuar a unas 650.000 personas en estas provincias, donde la población hace acopio de víveres y trata de asegurar con cuerdas los techos de sus hogares. Las clases y actividades laborales no esenciales fueron suspendidas.
En Jamaica, la Cruz Roja, que ha distribuido agua potable y kits de higiene ante posibles interrupciones en los servicios, señaló que la "lentitud" de Melissa aumentaba la ansiedad.
"Uno esperaría que tal vez pase en cuatro horas, pero Melissa no parece ser así", dijo a la AFP una portavoz de la Cruz Roja, Esther Pinnock.
Se pronosticaba hasta un metro de lluvia, con inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra también previstos en Haití, República Dominicana y Cuba.
Los científicos afirman que el cambio climático causado por el ser humano ha intensificado las grandes tormentas y aumentado su frecuencia.
Calentamiento global
El meteorólogo Kerry Emanuel explicó que el calentamiento global está provocando que más tormentas se intensifiquen rápidamente, como ocurrió con Melissa, lo que eleva el riesgo de lluvias extremas.
"El agua mata a mucha más gente que el viento", dijo a la AFP.
El último gran huracán que afectó a Jamaica fue Beryl, en julio de 2024, una tormenta anormalmente fuerte para esa época del año.
"El cambio climático provocado por el ser humano está empeorando todos los aspectos más graves del huracán Melissa", señaló el científico climático Daniel Gilford.