El líder de los mineros observa el desalojo de Cananea desde el exilio
El sindicato de los mineros en México tiene un líder que nunca ha trabajado en una mina, estudió en Oxford y fue reelecto para el periodo 2008-2012 a través de una videoconferencia vía Internet, mientras él se encontraba en la ciudad canadiense de Vancouver.
Napoleón Goméz Urrutia fue el sucesor a la muerte de su padre, Napoleón Gómez Sada, en 2001, quien fungió como dirigente del sindicato por 40 años.
En 2006, la Procuraduría General de la República informó que se giró una orden de aprehensión en contra de Gómez Urrutia y otros integrantes del sindicato por la probable comisión del delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, en las modalidades de adquirir, cambiar, depositar y transferir recursos que proceden o representan el producto de una actividad ilícita.
La PGR informó entonces, a través de un comunicado, que Gómez Urrutia es probable responsable de ocultar la procedencia ilícita o las ganancias que representó la obtención y disposición indebida de los recursos que debían ser repartidos entre trabajadores o ex trabajadores sindicalizados de distintas empresas mineras, y que ascendían a la cantidad de 55 millones de dólares.
Napoleón ha podido paralizar minas y plantas siderúrgicas como estrategia para exigir al gobierno el fin de las órdenes de aprehensión en su contra (las cuales dependen del poder judicial) y, últimamente, el pago de 100 millones de dólares de indemnización, publicó Expansión .
La publicación señala que Gómez Urrutia cuenta además con el apoyo de las grandes centrales sindicales del sector en Estados Unidos y Canadá, que lo consideran un héroe de la lucha sindical y un perseguido político de un gobierno.
La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) ha rechazado la toma de nota a Napoleón Gómez Urrutia como secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana.
El secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, argumentó en 2008 que Gómez Urrutia no cumple con lo establecido por los lineamientos del gremio para ocupar el cargo, que son: tener residencia actual en el país, no tener órdenes de aprehensión ni ser acusado de manejos fraudulentos, informó en 2008 la agencia Notimex.
Algunas secciones del sindicato de mineros, como la número 17, en Taxco; 62, en Fresnillo, y 201, en Zacatecas, indicaron que Gómez Urrutia, reelecto por unanimidad, no reunía dichos requisitos, además de que nunca había trabajado en una mina.
La negociaciones del líder sindical
Desde su llegada, Gómez Urrutia rentabilizó su liderazgo. Entre la bonanza de los precios del cobre, el dirigente amarró alianzas con las organizaciones sindicales más importantes en Estados Unidos y Canadá, publicó Expansión.
El líder sindical hizo un acuerdo con Grupo México, dueño de la mina de Cananea, para que esta empresa depositara en 2005 el 5% de las acciones (equivalentes a 55 millones de dólares, unos 715 millones de pesos al tipo de cambio actual) de la mina de cobre Cananea a un fideicomiso para beneficio de los trabajadores. Todo parecía bajo control para Gómez Urrutia, señala Expansión.
La publicación agrega que antes de ingresar al sindicato, Gómez Urrutia fue nombrado director de la Compañía Minera Autlán en 1992, con la encomienda de preparar su privatización y fue director general de la Casa de Moneda a finales de los años 80.
La muerte de 67 mineros durante una explosión en la mina de carbón Pasta de Conchos (en Nueva Rosita, Coahuila) en febrero de 2006, desató una guerra sin cuartel contra Germán Larrea, presidente de Grupo México (la compañía minera más grande del país).
Larrea fue culpado por el trágico accidente y después vino la huelga en la mina de cobre Cananea, en julio de 2007, la cual concluyó este 7 de junio por el desalojo de policías federales, a cuatro días del partido inaugural de la Selección Mexicana de futbol contra Sudáfrica, país anfitrión de la Copa Mundial 2010.
