Nuevo León asumió los costos en 2010: vocero de seguridad estatal
A lo largo de 2010, el norteño estado de Nuevo León asumió los costos de la estrategia del gobierno federal para combatir la delincuencia organizada, asegura en entrevista para CNNMéxico el vocero de seguridad del estado, Jorge Domene Zambrano.
“Lo que se ha hecho a nivel federal es tomar el toro por los cuernos. Sabemos que el costo y la medicina pues a veces es amarga, pero la estrategia que se ha seguido es la única forma que se tiene para realmente recuperar a nivel país y estado la tranquilidad”, señala.
Según cifras del propio Domene Zambrano, para diciembre de 2010, 33 civiles inocentes de Nuevo León habían fallecido en enfrentamientos entre bandas del crimen organizado o de éstas con fuerzas federales.
Esta cifra se enmarca en las más de 30, 000 muertes asociadas con el crimen organizado registradas desde que el presidente de México, Felipe Claderón, asumió el poder hace cuatro años, según anunció a mediados de diciembre la Procuraduría General de la República (PGR).
Nuevo León es una de las entidades más azotadas por la inseguridad en México, y culminó el 2010 con los asesinatos casi simultáneos de siete personas la noche del pasado 29 de diciembre, entre las que se encontraban cuatro policías municipales y un médico de guardia.
“No podemos ser un ente aislado y sabemos que México como país está inmerso en este proceso de delincuencia (...) La opción fácil sería dar un paso al lado y dejar correr las cosas, que sería una irresponsabilidad en todos los niveles de gobierno”, señala.
Entre los costos que Nuevo León tuvo que asumir en 2010 fueron las muertes de tres estudiantes de nivel superior: en marzo fueron Jorge Antonio Mercado y Javier Francisco Arredondo, del Tecnológico de Monterrey, una de las instituciones de educación privada más importantes de México; y en octubre fue Lucila Quintanilla, alumna de la facultad de Artes Visuales de la Universidad Autónonoma de Nuevo León (UANL).
Estos sucesos originaron manifestaciones estudiantiles y gestos de inconformidad por parte de la sociedad neolonesa hacia la estrategia del gobierno federal. Para el vocero, estos fueron eventos aislados que difícilmente se volverán a repetir.
“(En 2010) el tema de la violencia y de los delitos sensibles, como el robo de vehículos y patrimoniales, pues tuvieron un repunte fuera de contexto (...) Con un nivel de homicidios tres veces más de lo que estábamos acostumbrados aquí en el estado”, informa el funcionario.
Hasta noviembre de 2010, el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) sumó 770 homicidios dolosos y ejecuciones en Nuevo León, que representan un incremento de 242% en relación con 2009, el más alto de todo el país.
El estado registró durante el mismo mes un incremento del 25% del robo de vehículos en 10 de los 11 municipios metropolitanos, según la asociación civil Iluminemos Nuevo León, y la procuraduría estatal documentó que en un lustro el delito se multiplicó poco más de cinco veces: pasó de 2, 347 en 2004 a 12, 797 en 2009.
Otro de los fenómenos recurrentes durante 2010 fueron los bloqueos viales en el área metropolitana de la capital del estado, Monterrey, como en junio pasado, tras la captura del líder de Los Zetas en la ciudad, Héctor Raúl Luna, El Tory .
El pasado 14 de octubre, mientras el gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, presentaba su primer informe, también se registraron diferentes bloqueos viales en el área metropolitana de Monterrey, ocasionados por presuntos miembros de bandas del crimen organizado.
“Cuando analizamos el fenómeno de bloqueos automáticamente hay una correlación directa de la aprehensión o la eliminación de alguno de los capos de las plazas de los municipios del área metropolitana (...) No tiene una correlación del informe (del gobernador) con el hecho de los bloqueos”, asegura Domene.
Otro fenómeno que repuntó en 2010 fueron las desapariciones forzadas. Un reporte de la organización Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos A.C. (CADHAC), fechado a inicios de diciembre, indica que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) registró cerca de 1, 700 desapariciones forzadas desde inicio de año en Nuevo León y el vecino estado de Tamaulipas.
“Muchas de estas desapariciones están muy intímamente relacionadas también con el tema del crimen, de la disputa entre estas bandas, que la forma en que operan es de desaparecer a los elementos del rival para poder seguir ellos avanzando”, puntualiza.
Domene asegura que el incremento de estos delitos está relacionado con las luchas entre bandas del crimen organizado, y coincide con las conclusiones del documento Información sobre el fenómeno delictivo en México, difundido en agosto por el gobierno federal, que indica que la ola de violencia se debe a las disputas de los cárteles del Golfo y Los Zetas por el control del estado.
Recuperar la confianza
Ante este panorama delictivo, el vocero de seguridad asegura que la solución es concluir la implementación del mando único policiaco en el estado, una iniciativa impulsada desde marzo por el ejecutivo estatal en el seno de la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO), e introducida institucionalmente en Nuevo León por una comisión especial creada en septiembre.
“Si realmente queremos dar un frente común al tema de violencia y delincuencia que nuestro país ahora vive, definitivamente había que hacer un cambio, había que hacer una reingeniería de las policías civiles. Hoy México adolece a nivel país de tener unas policías fuertes que les puedan hacer frente a ese fenómeno”, indica Domene Zambrano.
Con la aceptación de 50 de los 51 ayuntamientos del estado para implementar este modelo, las corporaciones policiacas débiles y con poca preparación deben someterse a continuas depuraciones y pruebas de control de confianza, advierte el servidor público.
“Nuestra meta es tener 1, 800 policías (entrenados) por año, para que al término del sexenio del gobernador Medina podamos tener una policía conformada con 14, 000 elementos”, indica.
El vocero pronostica que las capacidades de la institución certificada para hacer los exámenes, el Centro de Información para la Seguridad del Estado, de Evaluación y Control de Confianza (CISEC), se triplicarán para abril de 2011, con el fin de reevaluar cada dos años a los policías.
“En Nuevo León tenemos tres años de estar trabajando muy fuerte para la depuración de las corporaciones policiales (...) El eslabón más débil se vuelve el municipio, porque es el que menos paga, porque es el policía que está menos preparado”, indica.
De un total de 4, 495 policías estatales en Nuevo León, sólo se ha evaluado el 30%; de los 6, 664 elementos municipales, únicamente se ha aplicado pruebas al 41%.
-Y mientras, ¿qué sucede en las localidades donde las policías municipales dejan de existir por amenazas del crimen organizado?, se le cuestiona al funcionario.
“Los alcaldes de esos municipios se les está brindando apoyo. Las bases militares tienen alrededor de 14 puntos estratégicamente ubicados, como minicuarteles, en donde operan y dan servicios a estos municipios, igual que la policía estatal”, contesta.