Humberto Moreira, líder de la oposición... y de la confrontación política
La estrategia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) es posicionar a un solo hombre como protagonista de las contiendas políticas de México. El elegido para ese papel parece ser Humberto Moreira, electo como líder nacional y cuyo plan de confrontación con el gobierno federal parece tener dos fines: posicionarse en la escena federal y quitar del foco de la polémica a Enrique Peña Nieto, su potencial candidato a la presidencia en 2012.
El 17 de diciembre de 2010, durante una gira de trabajo realizada por el presidente Felipe Calderón en el norteño estado de Coahuila, el gobernador hizo un anuncio singular: "quiero decirle, señor Presidente que, salvo que usted quiera venir a pasar la Navidad acá con nosotros, ésta será la última vez que lo reciba como gobernador. Me retiraré del gobierno del estado en los primeros días de enero, pero nos seguiremos viendo, señor Presidente, muchas veces".
Quizá el aviso no hubiera llamado tanto la atención de no ser porque ambos políticos pertenecen a partidos diferentes. Un mes antes, Moreira había anunciado su intención de encabezar la dirigencia de su partido, pero cinco días después, el político inició una estrategia que lo ha colocado en el candelero político por su estilo confrontativo.
A fines de diciembre, por ejemplo, Moreira retomó una frase dicha en el 2000 por Vicente Fox, entonces candidato panista a la presidencia, "sacaremos de Los Pinos a víboras prietas y tepocatas", en referencia al Partido Acción Nacional (PAN), en el poder desde hace 10 años.
Según Moreira , desde que el PAN ocupó la presidencia de México el país ha quedado en manos de inexpertos, el 13 de enero declaró a medios: "tengo para todo el gabinete nini de Calderón, porque ni sabe ni puede (…). Son expertos en el engaño y en la mentira, ¡cínicos! es la palabra, porque no han sido capaces de pararse y reconocer que han fracasado".
La estrategia mediática de Moreira "es para volverse una figura nacional, centrar la atención en él y tomar el control del partido, mostrar que él manda y que nadie pueda dudarlo. Busca diferenciarse de Beatriz Paredes (su predecesora en el PRI) y mostrar que él será quién dirija la campaña política", según Carlos Castañeda, investigador de Central de Estrategias Políticas, consultoría de comunicación política.
Humberto Moreira tiene una trayectoria política breve. Desde 1985, cuando inició su carrera como maestro de secundaria, trabajó en el área de educación, tanto a nivel local como federal. En 2002 fue electo presidente municipal de Saltillo y al terminar su periodo, fue electo candidato al gobierno del estado por el PRI.
Su desempeño en áreas vinculadas al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), la organización de trabajadores más grande de América Latina y con un gran poder político y económico en el país, permitió que tuviera una relación cercana con Elba Esther Gordillo, líderesa vitalicia del sindicato.
Hoy, en su papel de presidente electo del PRI, el principal de oposición en México, el ex mandatario ha dado polémicas declaraciones contra el gobierno federal.
"Esta estridencia de Moreira la vamos a seguir viendo hasta la elección (presidencial) de 2012. El PRI trata de tener una figura fuerte que desvíe la atención de Enrique Peña Nieto", dijo Vidal Romero, profesor investigador del Departamento de Ciencia Política del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
Peña Nieto, gobernador del Estado de México, encabeza las encuestas rumbo a los comicios presidenciales del próximo año. "Moreira va a ser como el policía malo, y Peña Nieto el bueno, por eso no lo vamos a ver manchándose las manos en discusiones y debates. (El gobernador mexiquense) es un candidato de cristal, se ve muy bonito, pero si lo empiezas a mover a lo mejor se rompe", explicó el experto electoral en entrevista con CNNMéxico.
Desde que el priista fue elegido presidente del partido, el 8 de enero pasado, ha dicho que se ha perdido la movilidad en México, que millones de jóvenes se quedan sin la oportunidad de estudiar, que hay un gran déficit de empleos o que las políticas públicas han fracasado para frenar el crecimiento de la pobreza.
Como gobernador, Moreira fue un crítico de la lucha por la seguridad de Calderón, en abril pasado, reclamó que la estrategia se haya hecho sin tomar en cuenta a los gobiernos locales. La Segob le respondió que la lucha no era de una sola persona: "No es con recriminaciones entre nosotros como vamos a cumplir la responsabilidad que tenemos ambos niveles de gobierno para garantizar la seguridad de los coahuilenses".
La respuesta del gobierno
Por lo menos tres secretarios de estado y el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, se han dado a la tarea de responder a los comentarios de Moreira.
"La estrategia del gobierno es la correcta en términos políticos, no puede dejar que lo estén golpeando sin responder. El PRI lleva buena ventaja en las encuestas, pero lo que está haciendo (con Moreira) es mover las aguas electorales, eso implica una posibilidad de que las tendencias cambien. El PAN no tiene de otra más que jugársela, no se puede quedar inmóvil", explicó Romero.
Heriberto Félix, Alonso Lujambio y Francisco Blake, titulares de las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol), Educación Pública (SEP) y Gobernación (Segob), han dado respuesta a varias de las críticas del próximo dirigente priista.
Según Castañeda, experto en marketing electoral, los secretarios de estado se equivocan al responder a las críticas porque "sólo logran elevar la plataforma de Moreira y darle mucho más visibilidad. Los panistas están personalizando la discusión, se dirigen directamente a él y tratan de atacarlo. Deberían contestar con resultados de gobierno".
¿Y el PRD?
Con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) también hay diferencias. El presidente de ese instituto político, Jesús Ortega, ofreció "una actitud de diálogo" y reflexión con el próximo líder del PRI.
A cambio, Moreira le ofreció de "forma gratuita" un manual para "aprender a homologar la unidad" de un partido político.
El ex candidato a la presidencia en el 2006, Andrés Manuel López Obrador, también se unió a las críticas. Dijo que el ex gobernador coahuilense es "inmoral y cínico" por dejar a ese estado norteño hecho "un desastre".
Para el profesor del ITAM, estos últimos dichos sólo reflejan la necesidad de "subirse al carro electoral con el PRI para que esto no se convierta en una elección entre dos partidos, pues si todo se concentra entre PAN y PRI, difícilmente (el PRD) ganará en 2012".