La activista de Juárez en plantón exige justicia para ella y para el país
Marisela tiene miedo y responsabiliza al gobierno federal. Tras el asesinato de sus dos hermanos, Josefina y Rubén, en 2010 y ahora con el secuestro de otros dos, Elías y Magdalena, y de su cuñada Luisa , ésta juarense reclama justicia, pero sobre todo, seguridad para el país.
Ella y su familia iniciaron el 7 de febrero un plantón y una huelga de hambre en la Fiscalía de Ciudad Juárez, Chihuahua. Al no recibir respuesta por parte de las autoridades estatales, decidieron traer su manifestación a la Ciudad de México.
En un campamento de no más de cuatro metros cuadrados, instalado a las afueras del Senado de la República , Marisela Reyes y su madre Sara Salazar exigen que el gobierno federal busque a sus familiares secuestrados y haga todo lo que esté a su alcance para presentarlos con vida.
"Que se muevan, que investiguen, que nos los entreguen con vida, ellos son responsables (el gobierno), si no directamente sí lo son indirectamente por ser los creadores de tantas personas que están haciendo tanta maldad en las calles. Si no faltara el trabajo, la educación, los libros para los jóvenes, no existirían estos monstruos, los que están acabando con familias enteras que son inocentes de esta guerra sucia estúpida que no pedimos", dijo Marisela en entrevista con CNNMéxico.
Hace una semana, Sara Salazar escribió una carta para pedir la liberación de sus hijos y su nuera. Abogó por los sentimientos "escondidos" de los secuestradores y dijo entender a los que realizan estas actividades "como una opción de sobrevivencia" ante la decadencia de la región.
Según Marisela, la respuesta a esa carta llegó un día después. "Quemaron la casa de mi madre. Nos la quemaron aún cuando está a menos de 100 metros de un cuartel militar".
Los Reyes Salazar fueron alertadados por un vecino de que su casa estaba en llamas. Marisela avisó al comandante encargado para que investigara la desaparición de sus hermanos, quién, según cuenta, le contestó que era imposible que hubiera un incendio porque había una guardia militar cuidando la propiedad. "Fue una desvergüenza", dice la juarense.
Tras el siniestro, el recuerdo de otra activista, Marisela Escobedo, que fue asesinada a las afueras del palacio de gobierno de Chihuahua cuando protestaba por la muerte de su hija Rubí Frayre, se sintió más fuerte que nunca. La familia Reyes sintió de cerca el riesgo que corre con su manifestación.
Con fuerza, pese a ser víctimas de la delincuencia
Aunque la protesta por la desaparición de Elías, Luisa y Magdalena inició con una huelga de hambre, ésta se suspendió la mañana del martes a petición de doña Sara. "Mi mamá no merece perder a un hijo más, me dijo que no podría soportar que decayera mi salud. Necesito estar fuerte para seguir presionando, la fuerza es lo único que no me van a quitar, que no se me va a acabar".
La tarde del martes la señora Sara Salazar se reunió con el gobernador de Chihuahua, César Duarte. Le entregó una carta explicándole cómo su familia ha sido víctima de la delincuencia en la urbe fronteriza de Ciudad Juárez y le exigió acciones contundentes para presentar con vida a sus hijos y su nuera. Marisela asegura que su madre no recibió ninguna respuesta.
La familia Reyes sólo tiene contemplado estar en la Ciudad de México por siete días, en los que esperan tener un diálogo con las autoridades federales y que se presione a las de Chihuahua para iniciar una investigación en el caso de Elías, Magdalena y Luisa.
De momento, no tienen contemplado pedir asilo en la capital del país. "Primero tengo que esperar el reencuentro con mis hermanos, ya juntos tomaremos una decisión".
Marisela está segura que ahora mismo sus hermanos y su cuñada secuestrada ya pueden estar graves de salud. Elías se recupera de una embolia y tiene paralizada la mitad del cuerpo, Magdalena tiene artritis reumatoide y no puede mover bien las articulaciones y Luisa es una persona con discapacidad motriz. Los tres necesitan medicamento.
"Estaremos en plantón, ya sea en la Ciudad de México o en Juárez hasta que las autoridades nos den justicia pero también seguridad. El país entero está en riesgo y todos queremos que esto acabe. Todos tenemos miedo, yo tengo miedo por mí, por mi familia, por mis compañeros, por el niño que juega en un parque, por la gente que camina en las calles. Tengo miedo por todos, miedo de que nos vaya a suceder lo que es el pan de cada día en Ciudad Juárez : asesinatos, masacres, acribillados, secuestrados, extorsionados", dijo Marisela entre lágrimas.
Según la Procuraduría General de Chihuahua, 2010 fue el año más violento en Ciudad Juárez con más de 3,000 asesinatos . Los datos del gobierno federal indican que uno de cada cuatro de los homicidios cometidos en el país por violencia relacionada al crimen organizado, ocurren en esa urbe fronteriza.
En 2007, la cifra total de asesinatos fue de apenas 300. En tres años hubo un aumento de 900%, según los conteos de la fiscalía estatal.
Apenas el fin de semana pasado ocurrieron 53 asesinatos en la urbe . En el primer mes de 2011 hubo ocho homicidios por día, además de que han sido asesinadas al menos 24 mujeres.