Penal del Topo Chico: el ojo del huracán
El operativo de 720 policías federales y estatales en el penal del Topo Chico , ubicado en el norteño estado de Nuevo León, es uno de tantos eventos que han ocurrido ahí desde que se recrudeció la violencia en la entidad desde el año pasado.
Presuntos miembros de la delincuencia organizada han atacado en múltiples ocasiones a personal que labora en el penal y al inmueble, ubicado al noroeste de la capital del estado, Monterey. El primero de éstos en 2011 ocurrió el pasado 6 de enero , con armas de fuego y granadas de fragmentación.
11 días después ocurrió un segundo ataque, con la explosión de una granada al interior del inmueble, y como en el anterior -según las versiones oficiales- no resultaron personas lesionadas.
Luego, el 24 de enero, vecinos del penal informaron que escucharon dos detonaciones al interior del Topo Chico.
Más tarde, el pasado 5 de febrero, el jefe de Seguridad del penal, Francisco Martínez Ramírez, fue encontrado muerto . Su cadáver mutilado estaba en una caja con un mensaje, supuestamente del crimen organizado.
A lo largo de 2010 también se registraron sucesos violentos relacionados con el penal. El pasado 28 de diciembre, un grupo de hombres armados capturaron a la presa Gabriela Elizabeth Múñiz Tamez, La Pelirroja , mientras era trasladada desde el Topo Chico a un hospital de Monterrey, pero días después fue encontrada muerta, colgada en un puente vial.
Además, ocurrieron más atentados e incluso asesinaron a un custodio de esta cárcel.
El Topo Chico recibió el pasado mes de septiembre a algunos de los policías involucrados en el secuestro y asesinato del alcalde de Santiago, Nuevo León, Edelmiro Cavazos.
Durante los primeros cuatro años del sexenio de Felipe Calderón, Nuevo León registró 971 homicidios relacionados con la delincuencia organizada, de los que poco más del 36% sucedieron en 2010, año que corresponde con la ruptura de los cárteles del Golfo y Los Zetas, que se disputan por el control del trasiego de droga hacia Estados Unidos.
El traslado de reos
La vocería de seguridad de Nuevo León confirmó a CNNMéxico que los 22 reos asegurados en el operativos ya fueron trasladados en autobuses a los penales estatales de los municipios metropolitanos de Apodaca y Cadereyta.
La vocería desmintió la versión de que se hayan encontrado pastillas psicotrópicas y armas de fuego en el inmueble, como medios locales publicaron esta mañana, e indicó que sólo se aseguraron 85 puntillas de acero que estaban en poder del custodio Manuel López Cepeda y siete radios.
El personal a disposición del portavoz de seguridad del estado, Jorge Domene Zambrano, comunicó a CNNMéxico que el funcionario involucrado ya fue puesto a disposición del Ministerio Público Federal.
La vocería mencionó que no se puede precisar la proporción exacta de agentes estatales y federales, pero la agencia Notimex informó que 600 participaron en el cateo en el interior del penal, mientras que los 120 restantes vigilaron las calles de los alrededores con el apoyo de helicópteros.
Un ex funcionario de Seguridad de Nuevo León que pidio el anonimato a CNNMéxico, indica que desde al menos cuatro años estos operativos en el Topo Chico se han realizado con esa cantidad de fuerzas mixtas.
También asegura que es difícil llevarlos a cabo exitosamente, debido a que los guardias en las torres de vigilancia que visibilizan desde una amplia distancia a los elementos, por lo general advierten a los reos para que escondan los artículos que pueden ser incautados.